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Bruselas propone un pase para los rusos que viajan a Kaliningrado

Carlos Yárnoz

Europa dio ayer un importante paso para rebajar la tensión entre Bruselas y Moscú por los problemas de los rusos que entran o salen de Kaliningrado, el pequeño territorio ruso de 15.000 kilómetros cuadrados y 950.000 habitantes que quedará rodeado de países de la UE (Lituania y Polonia) tras la ampliación de la Unión en 2004. Moscú rechaza que la UE exija visados a los rusos que cruzarían territorio lituano o polaco para ir de una zona rusa a otra igualmente rusa, pero la Unión teme que ese islote se convierta en un coladero para la inmigración ilegal. Bruselas propuso ayer la concesión de un pase especial para esos casos, sin descartar para el futuro un corredor para un tren blindado de alta velocidad entre ambas zonas.

'Es uno de los problemas de envergadura que hemos de resolver antes de la ampliación', comentó el presidente de la Comisión, Romano Prodi, quien calificó ese pase como 'el pase de Kaliningrado'. Moscú calcula que más de 1,5 millones de personas se desplazan anualmente en una u otra dirección. Las autoridades de Kaliningrado elevan la cifra a 4,2 millones. El pase sería expedido por las autoridades de Lituania o Polonia, pero sobre un listado previo de Moscú con personas que, por vínculos familiares o profesionales, viajan a menudo entre ambas partes. El pase sería válido para varios viajes. Hasta 2004, no se exigirá a quienes no lo usen por tener un pasaporte homologado, un documento que hoy tienen muy pocos rusos. A partir de 2004, en cambio, la UE exigirá el pasaporte en lugar del endeble documento de viaje que expiden ahora las autoridades rusas.

Rusia también proponía el tránsito directo a través de un tren de alta velocidad vigilado y sin posibilidad de que descendieran sus pasajeros al pasar por Lituania, cuyo Gobierno ve con recelo la creación de ese corredor controlado desde Moscú. La UE no se opone a estudiar esa posibilidad cuando Lituania se integre en la Unión, siempre que el tren sea realmente de alta velocidad -hoy no existen infraestructuras- y las autoridades lituanas puedan ejercer controles eficaces sobre los viajeros. Bruselas exige a Lituania controles firmes en sus fronteras para poder acceder en 2006 o 2007 a los Acuerdos de Schengen.

La petición rusa de que, en último término, se elimine en el futuro la exigencia de visados entre Rusia y la Unión es observada en Bruselas como un objetivo lejano condicionado a que Moscú refuerce antes sus fronteras, intensifique la lucha contra la delincuencia organizada, expida más pasaportes de difícil falsificación y firme con los países de la UE acuerdos de readmisión de inmigrantes clandestinos. Moscú ya ha anunciado su disposición a cumplir este último requisito.

De otro lado, el comisario de Política Regional, Michel Barnier, presentó ayer en Bruselas el reglamento para poder tener acceso al Fondo de Solidaridad de la UE, creado este verano con 500 millones de euros para atender las consecuencias de catástrofes naturales como las recientes inundaciones en Centroeuropa. Los países que sufran daños superiores a los mil millones de euros o por encima del 0,5% de su PIB podrán reclamar dinero de ese fondo, que probablemente llegará a los 750 millones este mismo año.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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