La Federación de Regantes advierte de la pérdida del 30% del regadío si se aplica la directiva de la UE

El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore), Andrés del Campo, advirtió ayer que una repercusión íntegra de los costes del agua a los agricultores, de acuerdo a la literalidad de la Directiva Marco de Aguas comunitaria, 'haría desaparecer más del 30% del regadío español', perjudicando especialmente a aquellos regadíos menos productivos, generalmente situados en zonas menos favorecidas y muy dependientes económica, social y medioambientalmente de esta actividad agraria.

Del Campo, que intervino ayer en las primeras jornadas Economía del Agua, organizadas por la Confederación Hidrográfica de Guadalquivir (CHG), con motivo de su 75 aniversario, explicó que el regadío español parte en desventaja con respecto al resto del regadío europeo, pues la peculiaridad climática de España hace necesaria la utilización de agua para que nazcan los cultivos, 'hasta siete riegos para sacar adelante una cosecha en una gran parte de nuestro territorio'.

Añadió que, mientras en Europa 'pueden dar un solo riego en algún momento determinado, e incluso si el agua fuera muy cara, podrían prescindir de ella, y las producciones no se verían sensiblemente afectadas'.

Asimismo, agregó que si se repercutiese sobre la agricultura el coste adicional de la amortización de los embalses y grandes obras hidráulicas necesarias para garantizar la disponibilidad de agua para regadío, 'entonces la desventaja sería aún mayor para el agricultor español, que ha de llevar sus productos a un mercado donde sus competidores no necesitan de estas obras de regulación para disponer de un agua garantizada'.

En consecuencia, el presidente de los regantes españoles pidió una transposición de la Directiva de Aguas de la UE respetuosa con las peculiaridades del regadío mediterráneo, y subrayó que de una repercusión íntegra de los costes al precio del agua sólo se beneficiarían otros países de la Unión Europea, que verían muy debilitada 'la competencia de la potente agricultura española de regadío de los mercados internacionales'.

Del Campo aportó algunos datos sobre el regadío en España, señalando que la superficie regada se eleva a 3,3 millones de hectáreas de las que un 59% se riega por el sistema de superficie o gravedad, un 24% por aspersión y un 17% por sistema de riegos localizados. El regadó español supone sólo el 13% del área total cultivada, pero representa más del 60% de la producción agrícola.