Subvención injusta

Nos parece de una profunda injusticia social que a un club deportivo se le den seis millones de euros, cuando las asociaciones de mujeres, así como otro tipo de asociaciones sin ánimo de lucro, reciben subvenciones con cuentagotas después de rellenar unos complicadísimos impresos. No parece ser éste el caso del Athletic de Bilbao, que es un club de carácter privado con un presupuesto en el que es de suponer que se recojen los sueldos de sus directivos y jugadores; nada que ver con una función social sin animo de lucro y que, sin embargo, se ve recompensada, por el mero hecho de ser el club rojiblanco objeto de deseo de los apasionados del fútbol y el equipo local.

No creemos que todos los vizcainos tengan que pagar a escote una cantidad de dinero para que cuadre un presupuesto que nada tiene que ver ni con la Administración ni con lo público. ¿Qué pasa con todos los servicios que debieran ponerse en marcha con una clara función social; por ejemplo, pisos de acogida en la Margen Izquierda para mujeres maltratadas? ¿Llegará para todo? ¿Por qué se prima el tema del Athletic sobre otros más importantes?

Desde luego, es algo atípico tratar de solventar intereses de una empresa privada con los recursos públicos, cuando estamos hablando no de trabajadores que requieran una ayuda, sino de personas con unos ingresos más que respetables. Parece ser que en la firma de este convenio se ha actuado más con el corazón de unos forofos del Athletic que con la razón de los intereses generales de los vizcainos. Mientras no estén cubiertas todas las necesidades sociales, mientras no llegue la partida de Acción Social, porque es limitada y haya un caso de injusticia social sin resolver, un convenio como este sobra.