Trabajo social y enfermería
Los colegios profesionales andaluces de Enfermería y Trabajo Social mantienen una pequeña 'batalla' dialéctica, a raíz de hacerse público el borrador sobre Asistencia Domiciliaria que, al parecer, está ultimando el SAS, y que se ha dado a conocer como Estrategias de mejora en la atención domiciliaria en Andalucía. Este trabajo se dirige a regular la atención, en su propio domicilio, de ancianos inmovilizados, incapacitados, en riesgo social, etc.
Aunque el borrador propone, entre otras cosas, que la enfermera coordinadora realice las valoraciones sociales y los contactos y derivaciones a los Servicios Sociales y gestión del material ortoprotésico necesario, el presidente de algún Colegio de Enfermería no ve en ello 'ningún atisbo de intrusismo'', por lo que imagino que si el trabajador social, aprovechando la visita al domicilio del paciente, además de hacerle la valoración social oportuna a él y a su cuidador y darle algunos consejos de Educación Sanitaria, le toma la tensión, le 'mira el azúcar' y le controla la frecuencia cardiaca, tampoco verá en ello 'atisbo alguno' de intrusismo profesional, ya que 'el equipo multidisciplinar del que enfermero y trabajador social forman parte, asume esta atención de forma integral, conjunta y coordinada'. Permítanme que lo dude...
Los trabajadores sociales no cuestionamos la figura del coordinador de enfermería, o gestor de casos, o responsable del programa, o como prefieran definirlo, todo lo contrario. Lo que cuestionamos es que dicha figura pretenda, al menos sobre el papel, justificar su actividad profesional con actividades, competencias, tareas y funciones, que corresponden a otro colectivo profesional. O que pretendan que unos compartamos funciones (no todas son exclusivas) y otros no cedan un milímetro en sus pretensiones profesionales y, además, quieran 'coger' las de otros.
Cada colectivo profesional deberá asumir sus propias funciones, eso sí, de forma coordinada con el resto, y los diagnósticos clínicos (médico), de enfermería (enfermeros) y social (trabajadores sociales) deberán ser complementarios unos de los otros. Ciertamente van a necesitarse más profesionales, pero en los planes del SAS sólo figuran enfermeros y fisioterapeutas, y ya existen muchísimos Centros de Salud en Andalucía sin la figura del trabajador social a tiempo completo, por lo que las valoraciones integrales que pretende ese proyecto de asistencia domiciliaria serán una farsa
Si el SAS pretende sacar a la luz un documento sobre asistencia domiciliaria serio, eficiente y eficaz, deberá contar en su gestación, elaboración y redacción con profesionales no sólo de enfermería, de medicina y de 'gestión', sino que habrá que incluir a trabajadores sociales, fisioterapeutas y psicólogos, y muy especialmente a los trabajadores sociales, ya que el componente social de esta asistencia es más que evidente. Y para llevar a la práctica el mismo, deberá comenzar por volver a dotar a cada Centro de Salud de su correspondiente Trabajador Social tal y como el Decreto 195/85 exige, y dotar a cada uno de ellos con un ordenador conectado al que sí disfrutan médicos y enfermeros, con el que poder informarles de nuestras gestiones, datos y valoraciones, algo que actualmente no podemos llevar a cabo.
Dicho todo esto se hace preciso y urgente que ambos colectivos se pongan de acuerdo y elaboren un documento que les satisfaga a ambos, lo cual es muy posible, porque en la práctica diaria muchos ya lo estamos demostrando con creces, trabajando codo con codo, sin problema alguno. Si nos dejan... seremos capaces de lograrlo.
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