Múnich compite con Berlín con su nueva Pinacoteca Moderna
Sus responsables lo califican como uno de los más importantes museos de arte del siglo XX en el mundo: en Múnich se inaugura hoy la Pinacoteca Moderna, que reúne en un solo edificio -una rectilínea construcción de Stephan Braunfels que, con sus altas columnas, su hormigón blanco y sus fastuosos espacios interiores recuerda a la nueva cancillería en Berlín- las ricas colecciones de arte moderno y contemporáneo, diseño, arquitectura y artes gráficas existentes en la capital de Baviera.
La inauguración correrá a cargo del primer ministro de este Estado federado y candidato conservador a la cancillería, Edmund Stoiber, para quien la nueva Pinacoteca -que costó más de 120 millones de euros- es una cuestión de prestigio personal y político.
La similitud con la cancillería que Stoiber pretende ocupar en Berlín llega a tal punto que las entradas principales de uno y otro edificio están precedidas por esculturas de Eduardo Chillida: los dos garfios entrelazados de Berlín, en la capital federal, y las tres curvadas columnas de Buscando la luz, en la ciudad bávara. 'Las tres columnas simbolizan las tres pinacotecas con las que ahora contará Múnich', dijo, durante una visita la semana pasada, la comisaria del museo, Carla Schulz-Hoffmann.
Junto a las vecinas Pinacoteca Vieja (siglos XIV hasta XVIII) y Pinacoteca Nueva (siglo XIX), el nuevo edificio conforma un complejo similar al que Berlín pretende crear en la Isla de los Museos.
La Pinacoteca Moderna, con cerca de 300 obras, pretende no tanto abarcar todo lo sucedido en el siglo XX, sino acentuar algunos de sus aspectos. 'Como todas las colecciones, la nuestra tiene un perfil determinado y es ése el que intentamos enfatizar', sostuvo Schulz-Hoffmann, antes de visitar algunos de estos santuarios: la sala que reúne 36 cuadros de Max Beckmann, por ejemplo, o aquélla en la que se encuentran 12 magníficas obras de Ludwig Kirchner. La sección de arte moderno se cierra con un montículo de estelas de piedra: Fin del siglo XX, de Joseph Beuys. El artista conceptual alemán cuenta también con otro espacio más adelante, junto con obras de Lucio Fontana, Andy Warhol, Francis Bacon o Georg Baselitz.
