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Rusia adopta medidas radicales para frenar la emigración ilegal

Moscú califica el fenómeno migratorio de problema común con la UE

Pilar Bonet

Rusia está dispuesta a hacerse cargo de los emigrantes ilegales que intenten colarse por su territorio a la Unión Europea y a firmar acuerdos de readmisión con los países vecinos para solventar el conflicto sobre el régimen de tránsito a Kaliningrado tras la ampliación de la EU, según el presidente del comité de Exteriores de la Duma Estatal de Rusia, Dimitri Rogozin. En vísperas de una visita a España, el alto funcionario dijo a este periódico que Rusia se suma a la inquietud europea sobre la emigración ilegal y quiere firmar en el plazo de tres a cinco años un tratado con la UE que suprima los visados.

El Gobierno ruso no controla sus fronteras ni ha delimitado el territorio estatal
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'Ha habido una adaptación mutua de la UE y Rusia para considerar la emigración ilegal como un problema común. Rusia es ella misma objeto de emigración ilegal, sobre todo por parte de nuestros vecinos meridionales', señaló Rogozin. Y agregó que Moscú ha comenzado a adoptar 'unas medidas radicales sin precedentes' contra ese fenómeno.

Rogozin, representante del presidente Vladímir Putin para Kaliningrado, viaja el lunes a Madrid para entrevistarse con el jefe del Gobierno español, José María Aznar, en el marco de una ronda de consultas sobre los problemas del territorio ruso de Kaliningrado a raíz del ingreso de Polonia y Lituania en la UE. En la posición rusa, recogida en un memorándum entregado en Bruselas a principos de mes, hay nuevos matices. Moscú se ha abierto a los 'acuerdos de readmisión' que le solicitaba la UE y además quiere exigírselos a los países ex soviéticos, miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

'La firma de una cláusula de readmisión primero con Lituania para asegurar un régimen provisional de tránsito y luego con el resto de los países de la UE es muy importante para llegar a un acuerdo que suprima los visados entre los ciudadanos de la UE y Rusia', dijo Rogozin.

'En el futuro, todos los países de la CEI que quieran mantener el régimen sin visado con Rusia deberán firmar también una cláusula de readmisión', explicó el político, que es partidario de 'una línea dura'. La Duma Estatal ha aprobado ya leyes que dificultan la emigración de los ciudadanos de otros países ex soviéticos a Rusia.

Moscú, sin embargo, ni controla sus fronteras ni ha concluido la delimitación de los confines del territorio estatal. Hasta ahora no ha firmado un acuerdo con Kazajastán, que afecta a más de 7.000 kilómetros de fronteras. Rogozin ha tanteado a la UE y a EE UU para que perdonen a Rusia parte de los vencimientos de la deuda de 2003, a cambio del reforzar sus fronteras meridionales.

'Rusia asumirá la responsabilidad por el uso de su territorio para la emigración ilegal a Lituania, si firma un acuerdo de readmisión con ese país', señaló Rogozin, según el cual en 2001 se detectaron 180 emigrantes ilegales procedentes de Rusia en Lituania, dentro de un conjunto de 1,5 millones de pasajeros. 'Es una cifra insignificante y creo que los europeos tienen problemas mucho mayores con los ilegales de otros Estados', dijo Rogozin. Rusia aspira a incorporarse al grupo de una cuarentena de países, cuyos ciudadanos no necesitan visado en la UE.

Las conversaciones entre Bruselas y Moscú sobre Kaliningrado han estado bloqueadas por los visados de tránsito, que la UE desea y el Kremlin rechaza. Rusia parece asumir ahora una parte del razonamiento de la UE. Según Rogozin, Moscú acepta un régimen de 'autorización' que daría amplias facultades a las autoridades lituanas y al sistema Schengen para controlar el tránsito con Kaliningrado. Este régimen, en el que Lituania y Rusia compartirían responsabilidades al 50%, sería provisional y prolongaría hasta la 'firma de un gran acuerdo con la UE sobre tráfico sin visados', lo que, según Rogozin, podría ocurrir para 2007 o 2008, cuando Lituania sea miembro pleno de Schengen. 'A diferencia del visado, que es unilateral, la autorización es un control bilateral y Rusia se compromete a no dejar pasar a gente peligrosa desde el punto de vista de la criminalidad o la emigración'.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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