Las promesas de Zaplana

El flamante ministro Zaplana, otrora presidente de mi comunidad, promete ahora que todas las mujeres que cuiden de personas mayores tendrán su salario. Pues bien, eso ya lo prometió la última vez que se presentó a las elecciones a presidente de la comunidad valenciana. El asunto es que mi madre, separada, en paro y que no percibe compensación de mi padre, reunía las condiciones necesarias para cobrar estas ayudas. Ella, decidida a percibir la ayuda correspondiente y de hacer cumplir la palabra dada por el señor Zaplana, realiza todo el papeleo correspondiente para hacerse con este derecho. La administración de servicios sociales le concede la ayuda (10.000 pesetas mensuales) y le solicitan que aporte más documentacion para poder realizar la transferencia. Mi madre envió esa documentación, y a los meses recibió una carta diciendo que, aunque estaba aprobada su solicitud, la partida presupuestaria se había agotado y que, si quería, que volviera a realizar la solicitud al año siguiente.

La señora, dispuesta a no claudicar, no cejó en el empeño y reunió todos los papeles necesarios, rezó para que la partida presupuestaria no se agotara y volvió a realizar la solicitud el siguiente año. Esta vez consiguió la ayuda, que cobró mediante transferencia bancaria en el mes de noviembre. En diciembre recibió otra carta diciéndole que la prestación se agotaba cada anualidad, y que si quería volver a percibirla que tenía que realizar el proceso nuevamente. Nada, ella contenta con su paguita, vuelve a realizar el papeleo (papeleo que no describiré, pero que había que adjuntar hasta el plano de la población donde se residía, pues era requisito para recibir la ayuda no vivir a más de 1.000 metros de la persona mayor que se cuidaba). Y, ¡sorpresa!, la paguita se la vuelven a conceder, pero no se la pagaron, pues, adivinen, la partida presupuestaria ya se había agotado.

Éstas son las ayudas y prestaciones sociales que promete el señor Zaplana. Queda muy bien el titular, la gente se piensa que realmente existen las ayudas y que hay personas que las cobran. Pero no es así. Unas veces porque los requisitos son kafkianos y otras porque el famoso déficit cero hace agotarse las partidas presupuestarias incluso antes de que se doten. Pero el titular en la prensa queda muy bien y es efectivo para recaudar votos, que al final es de lo que se trata.