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La Fundación César Manrique considera una 'traición' al artista la reforma de La Vaguada

Las obras eliminan las zonas de descanso diseñadas por el difunto genio lanzaroteño

'Agresión'. 'Traición al espíritu de La Vaguada'. 'Pérdida de valor patrimonial'. La Fundación César Manrique, que vela por el patrimonio del artista lanzaroteño, de cuya muerte se cumple el 10º aniversario el próximo día 26, no ha ahorrado calificativos contra la reforma de La Vaguada, centro comercial diseñado por Manrique y por el arquitecto José Ángel Rodrigo e inaugurado en 1983. La fundación critica que las obras eliminen elementos singulares diseñados por Manrique. La dirección del centro no quiso hacer declaraciones.

La agria polémica que enfrenta a la Fundación César Manrique con la dirección de La Vaguada (Fuencarral-El Pardo) comenzó este verano, cuando la fundación acusó con dureza al centro comercial por no haberle informado de la reforma del centro comercial, diseñado en 1983 por el arquitecto José Ángel Rodrigo y en el que Manrique dejó el espíritu que marcó toda su obra: la unión del arte con la naturaleza. Rodrigo y Manrique idearon unas enormes jardineras que cubren el exterior del centro comercial; cascadas; zonas de descanso hechas con piedra que imitan la roca volcánica y suelo de mármol blanco.

La fundación decidió esperar a septiembre para visitar las obras de reforma que, entre otros elementos, eliminan las cascadas y las áreas de descanso. El lunes y el martes pasado, Fernando Gómez Aguilera, director de la fundación, visitó, acompañado por un técnico, el centro comercial, que cuando se inauguró en 1983, fue promocionado como 'el mayor centro comercial de España' y supuso una revolución en el barrio del Pilar.

Tras comprobar el estado de las obras, Gómez y los técnicos han puesto el grito en el cielo. En un duro comunicado emitido ayer, la Fundación César Manrique asegura que, debido a las obras, el interior del edificio está sufriendo 'una profunda alteración'. 'Las obras agreden sin contemplaciones los diseños del centro comercial que llevan el sello de César Manrique', afirma el informe. Y pone ejemplos concretos, como la modificación del falso techo de las áreas de descanso; la eliminación de las zonas de descanso; de las barandillas y espejos; de las fuentes y cascadas.

Fuentes de La Vaguada afirmaron que, de momento, prefieren no hacer declaraciones, pero que en los próximos días emitirán un comunicado en contestación al de la fundación.

Fin al 'espíritu' del artista

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El comunicado de la fundación critica también que con la reforma van a desaparecer las estructuras metálicas piramidales de la terraza-jardín. Y sobre todo denuncia que las obras terminan con el 'espíritu' que Manrique y Rodrigo quisieron para La Vaguada: 'Cuando Manrique aceptó el proyecto fue consciente de los deseos de los vecinos del barrio del Pilar y, en su compromiso de aplicar el arte a la vida, quiso hacer compatibles los derechos adquiridos de la propiedad con la voluntad social, concibiendo una construcción singular y que se alejara de lo que se esperaba de un centro comercial'. Manrique, en aquella época, hablaba de que había concebido la Vaguada como 'un gran parque lleno de fuentes, cascadas y esculturas'. 'Lo he diseñado como un verdadero oasis de paz y belleza, un descanso para los ojos del ciudadano dentro de tanta polución, ruido y fealdad', dijo.

César Manrique falleció el 26 de septiembre de 1992, hace 10 años, en un accidente de tráfico cuando salía en su coche de la fundación que lleva su nombre, en Teguise (Lanzarote). Manrique nació en 1919 y dejó tras de sí una obra artística basada en la defensa del arte y de la naturaleza. Fue un gran activista de la preservación del medio ambiente. Consiguió plasmar su filosofía del arte en Lanzarote, su isla, en la que ejecutó muchas de sus obras. Esto le costó permanentes disputas con la especulación inherente a un territorio marcadamente turístico. Manrique predicó con el ejemplo e ideó su vivienda como una espectacular casa-jardín -aprovechando unas burbujas existentes en un mar de lava- que hoy es uno de los atractivos turísticos de Lanzarote. Autor de proyectos urbanísticos ubicados en zonas turísticas y rurales del archipiélago canario, Manrique practicó un estilo estético nuevo que cautivó a críticos y artistas del mundo. En Tenerife creó el lago de Martianez y Playa-jardín, que supuso la recuperación de una amplia costa de la isla. El día de su muerte, Lanzarote se paralizó para despedir al artista.

El arquitecto Rodrigo declaró ayer que se sentía 'muy triste' por la reforma. 'La dirección del centro no ha sabido ver que lo importante de La Vaguada es que, a pesar de ser un monstruo, transmite tranquilidad gracias al diseño que hicimos. Estoy apenado por lo que está pasando; no es agradable que a un creador le cambien su obra', declaró ayer.

La fundación concluye que la reforma, 'impulsada por criterios estrictamente funcionales, traiciona el espíritu de La Vaguada. Acaba con el carácter artesanal y humano y consolida una actuación que globaliza la superficie comercial bajo el más que discutible eslogan de modernizar. La pérdida de valor patrimonial y de personalidad de La Vaguada es un hecho'.

Sin protección urbanística

En su visita a Madrid, el director de la Fundación César Manrique no sólo echó un ojo a las obras de reforma del centro comercial La Vaguada, sino al mantenimiento general del centro. Su opinión tampoco ha sido muy favorable. En su comunicado, la fundación critica que el mantenimiento de los elementos de diseño concebidos por Manrique (vegetación, estructuras metálicas, cristalería, jardines ) 'acusa graves deficiencias'. Además, la fundación arremete no sólo contra la dirección del centro comercial La Vaguada, sino también contra el Ayuntamiento de Madrid, al considerar que al dar éste la licencia de obras, ' no ha sabido valorar el alcance de la remodelación y la afección de elementos que hoy constituyen un bien patrimonial en un edificio, sin duda original y muy señalado socialmente. Antes que ser transformado de este modo debería ser protegido como un bien patrimonial contemporáneo'. A pesar de la defensa a ultranza que hace la Fundación César Manrique del centro comercial La Vaguada, éste carece de cualquier tipo de protección urbanística, según confirmó el gerente municipal de Urbanismo, Luis Armada. El Consistorio tiene una lista de 370 edificios representativos de la segunda mitad del siglo XX que están a la espera de entrar en el catálogo de elementos protegidos. Pero en la lista no está La Vaguada, a pesar de ser la única obra de César Manrique que hay en la capital. 'La Vaguada no está en la lista ni nunca lo ha estado. La licencia de las obras de reforma, entonces, fue emitida por la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo', explicó Armada. En cambio, Urbanismo quiere proteger edificios como la torre de Valencia, el Ministerio de Defensa, el aeroclub de Cuatro Vientos y la factoría de Clesa, situada junto al hospital Ramón y Cajal. Con el listado de los nuevos edificios protegidos, que aún no ha entrado en vigor, el Ayuntamiento pretende evitar situaciones como el polémico derribo, en julio de 1999, de La Pagoda, de Miguel Fisac, edificio emblema de la modernidad madrileña y con el que terminó la piqueta.

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