"En Hollywood se hacen filmes como pasteles"

Matt Damon es de esos actores que ganan en persona. No sólo por su físico, más que aceptable, sino porque sabe lo que dice y lo que quiere. El actor, guionista y productor norteamericano cumplirá 32 años el próximo octubre, tiene un caché millonario, compagina el cine comercial con el cine independiente y es amigo, entre otros, de George Clooney y Ben Affleck, con el que comparte un Oscar y un Globo de Oro por el guión de El indomable Will Huntig, que dirigió Gus van Sant. 'El Oscar me permitió desarrollar toda mi energía creativa. Cambió mi mundo y el de Ben. Éramos dos actores en paro y desde entonces no paramos'. Damon recordó que la noche que le entregaron el premio, cuando regresó a casa de madrugada, después de pasar por muchas fiestas, y se sentó en el sofá a mirar la codiciada estatuilla, pensó: 'Gracias a Dios que no he tenido que joder a nadie para conseguir esto'.

'En el teatro cuentas la historia entera cada día. Durante cuatro horas lo das todo'

'El padre de Liman fue fiscal en el 'caso Oliver North' y conocía bien el mundo del espionaje'

Damon presentó ayer en Madrid El caso Bourne, una película de espionaje, dirigida por Doug Liman, que se estrena el próximo 8 de noviembre en España. 'No es la típica película de espías. No hubiera aceptado un papel así. No tengo una estrategia definida para mi carrera, pero me gustó el guión y me gustó, sobre todo, rodar con Liman, un director que viene del cine independiente y que podía dar una visión distinta de los filmes de este género'.

Damon interpreta en El caso Bourne a un hombre amnésico que es rescatado del mar por unos pescadores italianos, con dos balas en la espalda y un microfilme adherido a la cadera con un código de una cuenta de un banco suizo. No recuerda nada de su pasado, pero pelea como un jabato, habla varios idiomas y tiene un instinto afilado para detectar el peligro y conseguir esquivarlo, lo que sugiere una profesión altamente peligrosa. En el camino encuentra a una mujer dispuesta, cómo no, a ayudarle. La pista sobre el pasado de Bourne le conduce desde Europa hasta el cuartel general de la CIA.

Damon aseguró que siempre se ha quejado de que en Hollywood 'se preparan películas como si fueran pasteles. De pronto alguien se acuerda de que falta un ingrediente: la chica, pero no ha sido así en El caso Bourne. No recurrimos a la chica con la vista puesta en la taquilla. Marie Kreuz [la compañera del actor en el filme] eleva el nivel de la historia. Había muchas actrices norteamericanas interesadas en el papel y que, sin duda, hubieran animado las taquillas, pero preferimos optar por una sólida intérprete europea'.

Ataviado con vaqueros, camiseta gris y el flequillo ligeramente levantado con gomina, Damon contó que preparar un papel como el de Bourne, en el que la acción es constante, le supuso cinco meses de trabajo intenso: 'Artes marciales, boxeo y manejo de armas. Con todo, lo más complicado era saber, al menos al principio, que tenía que utilizar en cada ocasión'.

Entre otros realizadores, se ha puesto a las ordenes de Steven Spielberg, Kevin Smith y Robert Redford, y acaba de repetir como protagonista, en la nueva película, con Gus van Sant, Gerry, Gerry, una historia sobre dos hombres que se pierden en el desierto. Se trata, explica el actor, de una cinta experimental, llena de silencios, que ha tenido una acogida curiosa de la crítica: 'Para unos se trata de la mejor película que se ha rodado en los últimos años mientras que otros la califican como una tontería'. Lo cuenta divertido, con la seguridad del que puede elegir e, incluso, equivocarse. De momento lleva un año sin rodar. Ha optado por un descanso tras las cámaras y por volver el teatro, el medio donde se inició como actor. Su reaparición en un escenario se produjo en Londres, donde ha participado en This is our youth.

'El teatro es una vuelta a los inicios y me gusta retomarlo de vez en cuando. Cuando leí la obra tuve una reacción visceral. Contar una historia en el cine es larguísimo y en el teatro cuentas la historia entera cada día, durante cuatro horas lo das todo. Además, personalmente, te permite programar mínimamente tu vida', aseguró el actor, que viajó a Madrid acompañado de su novia, la actriz Odessa Withmire.

De momento está esperando a que su amigo Benn Affleck termine los dos rodajes en los que anda metido para reunirse con él y hacer planes juntos. Como guionista empieza a trabajar por los personajes y 'luego lleno muchos, muchos papeles con la historia hasta que va tomando forma. Como actor leo el guión y si me gusta, y el director me interesa, acepto el papel'. Damon reconoce que el Oscar conseguido fue un espaldarazo para su carrera. 'He tenido suerte; ahora puedo elegir, pero siempre he cuidado bien mis trabajos, incluso cuando no tenía un duro. He sabido ser paciente y me he pensado mucho las cosas buscando calidad'.

El caso Bourne está basado en el personaje creado por el autor de best sellers Robert Ludlum -'Literatura clásica de aeropuertos. Todo el que ha viajado en avión la conoce'-. Su opinión es que los estudios de Hollywood consideran que si adaptan best sellers tienen un público garantizado. No descarta acabar dirigiendo una película, pero tiene claro que, en ese caso, sería sobre un guión propio.

El caso Bourne se rodó antes de los atentados del 11 de septiembre y no es precisamente una película complaciente con el poder. El personaje protagonista pertenece a una novela, es ficticio, pero se le añadieron detalles de personas reales. El padre del director trabajaba en Washington en asuntos relacionados con Irán y la Contra, lo que le permitió conocer a verdaderos espías en acción. 'El padre de Liman fue el fiscal en el caso Oliver North [ex teniente coronel y asesor de Reagan condenado por el escándalo Irangate] y conocía bien ese mundo. En cierto modo la película le rinde homenaje', concluye.