Europa recuerda a las víctimas del 11-S entre el dolor y el miedo a nuevos ataques

Las celebraciones del 11 de septiembre transcurrieron ayer en Europa entre actos de solidaridad y fuertes medidas de seguridad, sobre todo en Gran Bretaña. En España, el pleno del Congreso comenzó con la lectura de un documento pactado por todas las fuerzas parlamentarias que recordaba los atentados, mientras el alcalde de Madrid presidía un acto de homenaje a las víctimas, acompañado por el embajador de EE UU, George Argyros. Las banderas españolas y estadounidenses ondearon ayer a media asta en la madrileña plaza de Colón. En Bruselas, los acordes de la marcha fúnebre sonaron en la explanada del Parlamento Europeo, interpretados por una banda militar estadounidense. Los asistentes guardaron un minuto de silencio tras escuchar las palabras de solidaridad con el pueblo norteamericano expresadas por el presidente de la Eurocámara, Pat Cox, informa Sandro Pozzi.

Reino Unido, país del que procedían 67 de las víctimas del 11-S, conmemoró el aniversario con un funeral en la catedral de San Pablo, a la que asistió el príncipe Carlos, y el Gobierno británico, encabezado por el primer ministro, Tony Blair. Los actos en Alemania estuvieron presididos en Berlín por el canciller Gerhard Schröder. La policía alemana registró ayer sin éxito la mezquita de El Nour, en Hamburgo, después de recibir un aviso de que un presunto terrorista se había escondido allí. Una carta con polvo blanco que llegó al consulado estadounidense en Hamburgo resultó estar llena de azúcar. El papa Juan Pablo II rindió homenaje a las víctimas del 11-S en Roma ante miles de fieles, subrayando que el terrorismo 'es una manifestación de inhumana ferocidad'. El primero en saludar a George Bush, apenas dos minutos después de la medianoche de ayer fue Vladímir Putin, informa Pilar Bonet. El servicio de Prensa del Kremlin difundió la grabación en la cual el líder ruso se dirigía a Bush tuteándolo para decirle que no se puede olvidar de las víctimas.