Dimite otra concejal socialista en Vizcaya por la presión terrorista
El goteo de concejales dimisionarios en Euskadi por la presión terrorista no se detiene. La última ha sido la de la edil socialista en Abanto Garbiñe Urquiza, quien formalizó su renuncia el pasado 30 de agosto en un escrito enviado al alcalde Juan José Mezcorta, también del PSE.
La concejal, que era responsable del área de Bienestar y Educación, sólo habla en su misiva de 'razones personales y familiares'. Pero el grupo socialista de Abanto aseguró ayer en un comunicado, que ha difundido tras reunirse con la edil, que el abandono se debe a 'la presión ejercida por la amenaza terrorista', la 'falta de libertad' para desarrollar su vida y 'el clima de intensa preocupación' de su familia.
Los socialistas de Abanto inscriben la renuncia, 'al igual que la de otros muchos cargos públicos de Euskadi', en la situación política que 'a veces hace insoportable desarrollar en libertad' la labor de los concejales. Urquiza no quiere realizar cualquier comentario, según manifestó ayer un familiar. A su dimisión hay que sumar la de la edil del PP de Portugalete Irene Fernández, quien también hizo efectiva su baja este mes.
Con estas dos últimas dimisiones se elevan ya a medio centenar los representantes municipales vascos y navarros que han abandonado el cargo desde que ETA rompió su tregua en diciembre de 1999. De ellos, 26 corresponden al PSE, tres al PP, dos a UPN, uno a IU-EB y cinco a agrupaciones independientes, mientras que 13 pertenecen a formaciones nacionalistas (nueve de Batasuna y cuatro de EA).
Renuncia de Buen
Por otro lado, el pleno del Ayuntamiento de Irún formalizó ayer la renuncia del alcalde, el socialista Alberto Buen, tras permanecer 19 años ininterrumpidos en el cargo. La despedida de Buen, que deja el cargo para 'dejar trabajar' a su teniente de alcalde y candidato socialista a la alcaldía en las próximas elecciones, José Antonio Santano, se vio empañada por la actitud de los tres concejales de Batasuna. Estos ediles abandonaron la sala cuando se les ordenó que retirasen unas pancartas con el lema Democracia para Euskal Herria. Un grupo de unas 15 personas protestaron entre el público con gritos contra la ilegalización de la formación independentista. El regidor ordenó suspender momentaneamente la sesión hasta que la policía local les desalojó.
Buen, elegido alcalde en 1983 en un pleno accidentado -la urna fue lanzada por una ventana-, recordó en su intervención a las víctimas de ETA y a sus familiares y reconoció que, casi dos décadas después de su primera investidura como alcalde, se siente igualmente amenazado. 'Mi cambio en estos 19 años ha sido que de tener escolta de la Policía Nacional he pasado a tenerla de la Policía Local', afirmó. Santano será nombrado alcalde la próxima semana en un pleno extraordinario.
