Mala defensa de una guerra

Este verano Tony Blair ha empezado a quedarse sin argumentos políticos nacionales sobre Irak. Ayer, en su conferencia de prensa de Sedgefield, quiso recobrarlos. Ya no se puede negar que la opinión pública británica se ha puesto en contra de la política estadounidense contra Irak. (...) El hecho de que dedicara casi una hora de la sesión de 90 minutos a esta única cuestión es el reconocimiento de la importancia de Irak en términos de paz mundial y estabilidad internacional, y de su enorme potencial destructivo para el Gobierno de Blair. Sin embargo, al final de la sesión Tony Blair no había adelantado mucho para persuadir al país de la necesidad de apoyar la política estadounidense. (...)

Al verse forzado a abordar cuestiones como el papel de los inspectores de armamento, el lugar de las Naciones Unidas, el impacto de la opinión árabe y la estabilidad regional y la naturaleza de cualquier régimen post-Sadam en Irak, Blair tuvo que dotar de mayor legitimidad a sus críticas y argumentos que antes, (...) pero sólo dijo vaguedades. Dijo, como ya había hecho antes, que quería que se les permitiera a los inspectores de la ONU el regreso a Irak sin trabas. Pero no sonó a que espere que ocurra. (...) Reconoció que el ataque contra Irak podría dañar el proceso de paz en Oriente Próximo. (...)

Su argumento principal fue que Irak representa un 'peligro único y real' para la paz y que los países del mundo no pueden ignorarlo. (...) Blair (...) necesitará argumentos más convincentes que los dados ayer si quiere recobrar el apoyo de la opinión pública. (...)

Londres, 4 de septiembre