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Stoiber no se compromete a garantizar que Alemania cumpla el Pacto de Estabilidad

Los democristianos presentan un plan de gobierno centrado en la reactivación económica

A tres semanas de las elecciones, con los socialdemócratas (SPD) repuntando en las encuestas, el candidato conservador a la cancillería alemana, Edmund Stoiber, dejó ayer claro que se jugará sus restos en esta campaña en el terreno económico. En la presentación de las medidas que su Gobierno pondría en práctica de manera inmediata, Stoiber pintó un aspecto catastrófico del estado de salud de la mayor economía de la zona euro y dio por hecho que el déficit público alemán, 'debido al fracaso del Gobierno', superará este año el 3% del Producto Interior Bruto (PIB).

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Stoiber se negó a hacer una 'declaración definitiva' sobre si podrá garantizar el cumplimiento de este criterio del Pacto de Estabilidad en 2003. De cumplirse el pronóstico para este año, compartido por muchos expertos y al parecer ya anticipado también por Bruselas, cualquier nuevo Gobierno, en principio, tendría que ajustar ulteriormente el gasto público para de esta manera cumplir con los Tratados de Maastricht. Entre las medidas que un eventual canciller Stoiber pondría en marcha inmediatamente después de llegar al poder, sin embargo, no figura ningún recorte de este tipo, y, por el contrario, se prometen diversas nuevas inyecciones de capital en la economía, sobre todo a favor de las pequeñas empresas.

'Hablar con los socios'

El candidato democristiano insistió una y otra vez ayer, durante una rueda de prensa en Berlín, en que la idea es reactivar de esta manera la economía, primero, para tan sólo en un segundo momento estabilizar las cuentas públicas a través de un crecimiento económico más satisfactorio que el 0,3% registrado en el segundo trimestre.

La rapidez de este proceso, sin embargo, es harina de otro costal. Stoiber admitió ayer que no puede 'garantizar' que Alemania vuelva a reducir su déficit por debajo del 3% en 2003. En caso de presentarse problemas, dijo, 'habría que hablar con los socios'. Formalmente, los conservadores sólo admiten el compromiso de equilibrar las cuentas hasta 2006.

La prohibición de un déficit público superior al 3% había sido impulsada en los años noventa por el canciller democristiano Helmut Kohl y su ministro de Finanzas, Theo Waigel, de la Unión Social Cristiana (CSU), el mismo partido del actual primer ministro de Baviera y candidato a canciller, Stoiber.

Pese a este compromiso histórico, los democristianos (CDU-CSU) han restado importancia desde hace meses al cumplimiento a pie de letra del Pacto de Estabilidad. Su propuesta para financiar los costes de la reconstrucción de las zonas afectadas por las riadas con los beneficios del Bundesbank, de hecho, implica contraer nuevas deudas públicas, según han criticado los socialdemócratas, que defienden el saneamiento de las cuentas públicas como uno de los principales logros de su Gobierno.

'Lo que sucede es que si al votante se le pregunta si prefiere contraer nuevas deudas o pagar más impuestos, él opta por el endeudamiento', dijo en estos días, con notable sinceridad, Günther Beckstein, eventual futuro ministro del Interior en un gobierno de los democristianos, en conversación con este periódico.

El plan de reactivación económica, presentado ayer por Stoiber, incluye generosas ayudas fiscales a las pequeñas y medianas empresas, diversas medidas para flexibilizar el mercado laboral y una genérica 'reducción de la burocracia'. En el programa figuran además algunas restrictivas políticas de seguridad interna e inmigración y un apartado sobre la protección al medio ambiente, incluido a toda prisa tras las inundaciones pasadas. Por el contrario, no aparecen anteriores promesas, como un aumento de los recursos financieros para el Ejército, la reforma de la Seguridad Social y, ni siquiera, una nueva bajada de impuestos, que debería entrar en vigor el 1 de enero de 2004. Presionado en estos puntos por los periodistas, Stoiber concedió que también la puesta en práctica de estas reformas dependerá de la evolución económica.

Los conservadores creen que el tema de la enclenque coyuntura volverá al primer plano de la campaña electoral, a más tardar el próximo jueves, cuando se den a conocer nuevas estadísticas sobre el paro. Según los últimos sondeos, dados a conocer ayer, los socialdemócratas (SPD) siguen al alza en la intención de voto, situándose ya sólo a uno o dos puntos detrás de los conservadores, dependiendo de la encuesta. En una de ellas, no depurada de distorsiones estadísticas, el SPD, el partido del canciller, Gerhard Schröder, incluso, supera ahora a la CDU-CSU de Stoiber.

Tras meses de ir a la zaga de los democristianos, los socialdemócratas comenzaron a repuntar la semana pasada, gracias a la gestión de la emergencia de las riadas por parte del canciller. Al contrario de lo que parece suponer Stoiber, un 62% de los ciudadanos está incluso dispuesto a pagar más impuestos de lo previstos en 2003 para financiar la reconstrucción de las zonas devastadas, según una encuesta.

Stoiber muestra el programa electoral democristiano, ayer en Berlín.
Stoiber muestra el programa electoral democristiano, ayer en Berlín.EPA

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