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El Ecofin da el primer paso para aplicar de modo más flexible el Pacto de Estabilidad

La Comisión Europea tendrá en cuenta la evolución de la productividad y del empleo

Carlos Yárnoz

Los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) se reafirmaron ayer en su objetivo de alcanzar el equilibrio presupuestario en 2004, la meta básica del Pacto de Estabilidad suscrito hace cinco años, pero a la vez pactaron el primer paso para aplicarlo de forma más flexible, de manera que al comprobar el ajuste cíclico del presupuesto se tenga en cuenta la evolución de la productividad y del empleo. El acuerdo beneficia a países de gran potencialidad, como Alemania, pero perjudica a otros que, como España, logró ayer una prórroga de un año antes de aplicar la nueva metodología.

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'Nadie ha puesto en entredicho el Pacto de Estabilidad', aseguró ayer en Bruselas Luis de Guindos, el nuevo secretario de Estado de Economía, que acudió a la reunión del Ecofin en lugar del vicepresidente Rodrigo Rato. Pero fue el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, quien volvió a poner el dedo en la llaga al recordar que algunos países están retrasados con respecto 'a sus compromisos adquiridos en los programas de estabilidad que presentaron el año pasado'.

Se refería Solbes a Francia, Italia, Alemania y Portugal, cuyos déficit se han deteriorado de manera alarmante. En otoño pasado, sólo Alemania preveía en su programa de estabilidad acabar este año con un déficit superior al 2%. Portugal, según datos oficiales aún no comunicados a Bruselas, ya ha superado el 3% fijado como límite en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, pero Francia e Italia rebasan ya ampliamente el 2%. 'Algunos resultados financieros estarán por debajo de los programas de estabilidad asumidos el año pasado', denunció el ministro griego de Finanzas, Nikos Christodoulakis, quien preside este semestre el Eurogrupo (ministros de finanzas de zona euro, que se reunieron el jueves por la noche).

Poder de recuperación

Pero Berlín venía clamando hace meses por la necesidad de no tener en cuenta sólo el frío dato del déficit nominal, muy influido por el frenazo económico internacional, sino también el potencial económico de un país y, por tanto, su capacidad de recuperación. A la vez, y ante los continuos zarandeos de que ha sido objeto el pacto en los últimos meses, la Comisión insistió en que la propia aplicación de éste es flexible y que, ante las especiales circunstancias que vive la economía europea, puede acordarse una 'codificación' o 'código de conducta' de flexibilidad que se presentará tras el verano.

Ayer los Quince acordaron ese primer paso pretendido por Berlín. España no lo deseaba, dados los malos porcentajes que presenta tanto en productividad como en paro. La productividad española es la cuarta más baja de la UE, según datos publicados a principios de año por Eurostat, la oficina estadística comunitaria. Sólo Suecia, Portugal y Grecia se sitúan por detrás de España, cuya productividad asciende al 92% de la media de los 15 países. Lejos del furgón de cola se sitúa Luxemburgo, país que encabeza la lista de la productividad europea, con el doble de la media. El otro punto flaco de España es el desempleo, que asciende al 11,3% frente al 8,3% en la zona euro en mayo.

A la vista de estos datos, el resto de socios aceptó la petición española de contar con un año de gracia, de forma que el Gobierno español presentará en otoño su programa de estabilidad 2002-2003, todavía de acuerdo con la anterior metodología, denominada técnicamente 'filtro HP'.

Objetivo italiano

Pese al compromiso unánime de respetar el Pacto de Estabilidad, el ministro italiano, Giulio Tremonti, anunció al término del Ecofin que Italia sólo puede comprometerse a lograr en 2003 un déficit del 0,8% y del 0,3% en 2004. Tremonti se mostró confiado en que la Comisión Europea, encargada de vigilar el cumplimiento del Pacto, dará su visto bueno al programa italiano de estabilidad que presentará en los próximos meses. Por su parte, el Gobierno francés ha anunciado que bajará la presión fiscal y aumentará los gastos de defensa, pero en paralelo emprenderá una amplia operación de privatizaciones.

Como telón de fondo en el debate mantenido por los responsables de las finanzas europeas, el Ecofin hizo un repaso a las circunstancias que hoy frenan una recuperación más firme y que, según personas asistentes a la reunión, se resumen en tres: la incertidumbre sobre la fortaleza del repunte estadounidense, los deslizamientos presupuestarios citados y los desplomes bursátiles empujados por los escándalos financieros. Esta tercera circunstancia, además, está afectando negativamente al crecimiento económico europeo porque frena el consumo.

La clave del crecimiento también es destacada por Francia a la hora de cumplir el Pacto de Estabilidad. El Gobierno de París ha condicionado el objetivo del equilibrio presupuestario a lograr un crecimiento del 3% en los dos próximos años. Pero la Comisión Europea prevé para este año sólo un crecimiento del 1,3% en la zona euro. También el Fondo Monetario Internacional (FMI) difundió ayer que el crecimiento en la zona euro será este año del 1,4%, 'más débil que lo previsto', pero lo aumenta hasta el 2,9% para el año que viene.

Pedro Solbes, a la derecha, ayer, antes de la reunión del Ecofin.
Pedro Solbes, a la derecha, ayer, antes de la reunión del Ecofin.EPA

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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