La Junta devuelve una niña de nueve años a sus padres al no poder probar que sufrió malos tratos
La menor de Segura de la Sierra permaneció casi dos meses en centros de Asuntos Sociales
La Junta de Andalucía devolvió ayer la tutela de una niña de nueve años de Segura de la Sierra (Jaén) a sus padres tras admitir que carecía de pruebas que demostraran que la menor había sido maltratada por sus progenitores. Esta fue la hipótesis en la que se basó la decisión la Consejería de Asuntos Sociales de separar a la pequeña de sus familiares el pasado 4 de julio, tras estudiar varios informes médicos sobre algunas lesiones que presentaba la menor. La delegación del citado departamento en Jaén tuvo que revocar la declaración provisional de desamparo decretada hace casi dos meses.
La pequeña estuvo internada en un centro de protección de menores de La Carolina desde el 8 de julio, unos días después de que la Junta de Andalucía recibiera los informes médicos donde se certificaba que las lesiones de las que fue atendida en los hospitales de Úbeda y el Reina Sofía de Córdoba podrían deberse a presuntos malos tratos.
Tanto la menor como sus padres han negado este hecho y han insistido en todo momento que las citadas lesiones se las hizo en una caída. La resolución que ayer dictó la Delegación de Asuntos Sociales, tras el informe de la comisión provincial de medidas de protección, es que, teniendo en cuenta las declaraciones de la pequeña y atendiendo al principio de primacía de la protección de la menor se archiva el expediente administrativo y se ordena el regreso de la niña con sus padres al no haberse podido probar la existencia de malos tratos físicos.
No obstante, se ha ordenado a los servicios sociales comunitarios un seguimiento de la situación sociofamiliar 'por considerar que existe una situación de riesgo', en palabras de la delegada provincial de Asuntos Sociales, Simona Villar. Ésta lamentó ayer que el expediente se haya prolongado durante casi dos meses, aunque atribuyó parte de culpa a la familia. En este sentido, Villar dijo que hasta el pasado 14 de agosto, y tras recomendación de los jueces, los padres no accedieron a suscribir el plan de integración familiar propuesto por la Junta. 'Los padres nos han visto como culpables y acusadores, pero tenemos la certeza de que no hemos actuado de forma incorrecta y sí con la mayor agilidad posible y aplicando la legislación correspondiente', dijo la delegada, visiblemente emocionada tras agradecer el trabajo en este tema de todo su equipo técnico 'a pesar de estar sometidos a presiones bastante fuertes'.
Por su parte, el abogado de la familia, Francisco Herrera, se congratuló por la decisión, pero recordó el 'calvario' que han padecido la pequeña y sus padres. La familia mantiene activas dos denuncias, una contra el médico del hospital de Úbeda que certificó los indicios de malos tratos por presunta negligencia médica y falsedad, y otra contra la Junta de Andalucía por supuesta detención ilegal.
El archivo del expediente de la Junta se ha adelantado también a la inminente resolución del Juzgado de Villacarrillo que, en breve, decretará el sobreseimiento de la denuncia por presuntos malos tratos que la Junta presentó contra la familia de la pequeña. La declaración de la menor ante los psicólogos de la Audiencia de Jaén, reiterando que no sufrió malos tratos físicos por parte de sus padres, ha sido decisiva.
Salida en brazos
La niña salió minutos después de las cinco y media de la tarde del centro de protección de menores de La Carolina, donde ha permanecido en los últimos 50 días. Lo hizo en brazos de sus padres y acompañada de otros familiares que se desplazaron desde Segura de la Sierra. Los padres no ocultaron su júbilo por haber finalizado lo que ellos han calificado como una 'pesadilla'. 'La Justicia nos ha dado la razón y se ha demostrado que no ha habido malos tratos', declaró el padre de la pequeña, que se refirió al trauma que este caso ha provocado en la niña y en el otro hijo de la pareja, de 10 años.
Por la noche, la familia recibió la solidaridad de muchos vecinos en la localidad de Segura de la Sierra, donde el pasado 21 de julio se manifestaron decenas de personas de la comarca pidiendo la rápida vuelta de la pequeña al entorno familiar. Muchos han sido los testigos que, a lo largo de todo el proceso, han declarado que las heridas de la niña fueron fruto de una caída mientras jugaba.
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