La población carcelaria alcanza niveles récord en Estados Unidos
Las cárceles estadounidenses están a rebosar. Las penitenciarías estatales funcionaban hasta un 16% por encima de su capacidad a finales del año pasado, mientras las federales la superan en un 31%. Esa situación va en paralelo con el aumento de la población carcelaria, según dos informes del Departamento de Justicia de EE UU publicados este verano: cerca de 6,6 millones de personas se encontraban en la cárcel o en libertad condicional en 2001, es decir, dos millones más que hace 10 años. Si se cuentan sólo las personas encarceladas, la cifra ha aymentado en caso 750.000. Tejas, seguido por California, el el Estado acoge el mayor número de presos. 'Las cifras globales sugieren que hemos llegado a confiar en el sistema de justicia criminal para responder a problemas sociales de una manera que no tiene precedentes', observa Marc Mauer del Sentencing Project, que promueve alternativas a la encarcelación, citado por la BBC.
Más de la mitad de los presos ingresados desde 1990 han sido condenados por violencia, es decir, asesinato, violación o robo. En segunda posición llegan los convictos por delitos relacionados con las drogas, que se han disparado en las últimas décadas. Las disparidades entre el perfil de los encarcelados, hombres en su gran mayoría, es patente: los negros representan el 46% de la población masculina entre las rejas, frente a un 36% de blancos y un 15% de hispanos. La proporción entre los que se benefician de libertad condicional es inversa: 55% de ellos son blancos y 31% negros.
Los condenados a prisión condicional han aumentado de manera significativa respecto al número de encarcelados: un 2,8% más entre 2000 y 2001. Conducir en estado de embriaguez y violar la legislación sobre drogas constituyen los dos délitos más comunes entre los condenados a prisión condicional.
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