Sólo el 34% de las granjas de Osona presenta un plan para tratar purines

El 8 de agosto terminaba el plazo para que las granjas de porcino y de otro tipo de ganado ubicadas en zonas vulnerables presentaran el plan de gestión de deyecciones ganaderas que establece el decreto 220 / 2001 del Gobierno de la Generalitat. En la comarca de Osona, tan sólo el 34% de las explotaciones ha presentado su plan. El 32% ha solicitado una prórroga y el resto no ha presentado la documentación ni ha pedido más tiempo.

De los 51 municipios de la comarca de Osona, 27 están considerados zonas vulnerables por la contaminación de sus aguas por nitratos procedentes de fuentes agrarias. En total, 1.729 explotaciones ganaderas que comercializan su producción están ubicadas en estos municipios y, por tanto, sujetas al decreto que les exige la presentación y aplicación de un plan de gestión de deyecciones ganaderas para evitar una mayor contaminación.

Pese a que el plazo de presentación de los planes se acabó el pasado 8 de agosto, tan sólo 593 granjas, el 34%, han cumplido con la normativa, mientras que 551 han solicitado una prórroga. Del resto, 585, el Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca (DARP), que dirige el consejero Josep Grau, no tiene ninguna noticia.

La Administración ya ha anunciado que dejará pasar el verano, pero que en septiembre o a principios de octubre empezará a visitar las explotaciones afectadas por la normativa. Incumplir la presentación del plan o una mala aplicación del mismo está considerado una infracción grave sancionable con una multa de hasta 60.101,21 euros.

Desde el DARP atribuyen el hecho de que medio millar de explotaciones aún no hayan presentado el plan a que el sector espera que la Administración aplicará finalmente una prórroga en la entrada en vigor del decreto. El sector ganadero considera que no había suficiente tiempo en un año para preparar los planes. Los responsables de Agricultura creen que el plazo era correcto y, además, opinan que los ganaderos no tienen excusas porque a finales de julio se publicó un orden de ayudas que puede llegar a financiar el 100% del coste para llevar a cabo los planes. El plazo para acogerse a las ayudas terminará el próximo 15 de septiembre.

El plan de gestión de deyecciones prevé que los ganaderos elaboren un libro de gestión en el que se registrará el volumen de purines previstos en función del número de animales, la cantidad recogida y el destino final. En caso de que las deyecciones se transporten fuera de la explotación también tendrán que anotar la razón social y el código del transportista. Los libros deberán guardarse durante cuatro años después de la última anotación o del cese de la actividad.

De las 593 granjas que han presentado el plan, 291 lo han hecho a título personal y 302 en un total de 12 grupos. El DARP está estudiando los planes para validarlos, aunque ha advertido que en muchos casos los ganaderos están pendientes de la apertura de la planta de tratamiento de purines de Sant Martí de Sescorts. El centro, a punto desde hace más de un año, tiene prohibido empezar a funcionar hasta que la otra planta de la comarca ejerza su actividad correctamente sin causar problemas de emanaciones. Según el DARP, no hay una fecha de apertura concreta, aunque ha reconocido que será una prioridad.