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Reportaje:

Navalcarnero estrena su Museo del Vino

El único museo del municipio, construido dentro de una gruta, está dedicado a la preparación de los caldos

La Comunidad de Madrid tiene un nuevo museo que añadir a su lista de atractivos turísticos. Está situado en Navalcarnero y, aunque no alberga la obra de célebres pintores o escultores, ayer una multitud ansiosa por visitarlo se amontonaba ante sus puertas. El Museo del Vino es el primer museo de esta localidad, situada al suroeste de la región, por eso los responsables municipales no escatimaron presupuesto en la fiesta de apertura. Después de que el alcalde, Baltasar Santos, del PP, descubriese una placa en la fachada principal del museo, una veintena de cantantes y bailarines exhibió sus mejores jotas mientras el público degustaba un aperitivo, con el vino como protagonista, claro.

El momento más esperado llegó cuando una mujer anunció por megafonía que los asistentes a la inauguración podían visitar el museo organizados en pequeños grupos. Una tropa de vecinos nerviosos se apelotonó en la entrada de la sala. Nada más acceder al museo, una pareja compuesta por un anciano padre y su hija se detuvo ante una enorme prensa de madera. 'Mira, esto lo utilizábamos hace más de 50 años', instruyó el anciano a su hija. Otros utensilios de labranza, vendimia y preparación de los caldos se alternan en las paredes de la primera planta del Museo del Vino con paneles informativos de todo tipo. En una parte están reunidos los murales que se refieren a las fiestas, las tradiciones, la gastronomía y los acontecimientos históricos de Navalcarnero, y otra zona se centra en explicar a través de fotografías y textos las variedades de la uva que se utilizan en la zona, el arte de la poda, las enfermedades de la vid o los cuidados del viñedo.

La sorpresa llega cuando el visitante desciende por unas escaleras y entra en una profunda cueva que huele a humedad. Allí, una encargada de explicar el recorrido espera al reducido grupo de personas al que guiará por galerías y pasillos. 'Van a ver herramientas de todos los tiempos relacionadas con la preparación del vino', introdujo la monitora. A derecha e izquierda del primer pasadizo se abren huecos donde descansan un colador de vino, una garrafa, un aparato que servía para medir los grados de cada caldo hace un siglo. 'Son objetos cedidos por los vecinos y bodegas', señaló la guía.

El itinerario continúa por otra galería donde el suelo deja de ser de tierra para convertirse en vitrinas de cristal bajo las cuales una representación en miniatura recrea las distintas fases del trabajo en una bodega. 'Qué gran trabajo han hecho los muchachos', se enorgullecía otra vecina. 'La cueva se excavó hace 300 años y estaba abandonada hasta que los alumnos del taller Quinto Centenario y un presupuesto de 2,4 millones de euros la reconvirtieron y modernizaron respetando el estilo', señaló un responsable municipal.

Para despedir la visita, una grabación explica la evolución de Navalcarnero, ligada a la actividad vinícola desde hace 500 años. Al mismo tiempo, varios paneles situados bajo el cristal del suelo se iluminan para ilustrar la perorata con maquetas. El Museo del Vino estará abierto hasta el 4 de septiembre y retomará su actividad después de las fiestas patronales de Navalcarnero, a partir del día 13.

Museo del Vino de Navalcarnero. Pasaje de la Constitución, s/n. De 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00. Más información en el 91 810 13 74.

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Algunos visitantes observan las barricas del Museo del Vino de Navalcarnero.
Algunos visitantes observan las barricas del Museo del Vino de Navalcarnero.CLAUDIO ÁLVAREZ

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