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Kostunica y Djindjic se acercan en Serbia hacia su duelo final

La elección presidencial del 29 de septiembre decidirá la lucha por el poder en Belgrado

La elección presidencial en Serbia, anticipada al 29 de septiembre, dirimirá la pugna entre el presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, y el primer ministro de Serbia, Zoran Djindjic. Desde su celda en La Haya, donde el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia lo juzga por crímenes de guerra y genocidio, el ex presidente Slobodan Milosevic ha intentado imponer a su Partido Socialista un candidato ultranacionalista.

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Los dos políticos más fuertes y populares de Serbia, Kostunica y Djindjic, mantienen un enfrentamiento continuo casi desde el momento de la caída del régimen despótico de Milosevic, en octubre de 2000. La elección presidencial permitirá poner fin de una vez a esta pugna que ha degenerado en obstáculo para la transición de Serbia hacia la democracia y la implantación de una economía de mercado.

La coalición de partidos Oposición Democrática de Serbia (DOS), que derribó a Milosevic y gobierna desde entonces en Serbia y Yugoslavia, arrojó de sus filas al Partido Democrático de Serbia (DSS) de Kostunica y a sus diputados. Ahora la DOS ha designado como candidato presidencial para Serbia al vicepresidente de Yugoslavia, el economista de 55 años Miroljub Labus, que ha iniciado ya su campaña electoral.

Labus es un hombre próximo al primer ministro Djindjic e identificado del todo con su programa reformista y proeuropeo. Kostunica no ha dicho todavía si se presenta a la elección para presidente de Serbia, pero no se cree que abandone sin lucha y deje el campo libre a su rival Djindjic que, con Labus en la presidencia de Serbia, tendría vía libre para llevar adelante su programa.

Por eso se espera que la elección presidencial decida esta lucha por el poder. Los primeros sondeos indican un codo a codo, si al final Kostunica y Labus luchan por la presidencia de Serbia. Djidjic no está del todo convencido de que la elección clarifique de una vez por todas la correlación de fuerzas en Serbia. En una entrevista con el semanario alemán Der Spiegel, el primer ministro serbio se muestra convencido de la victoria de Labus en las presidenciales, pero 'aunque ganara Kostunica, todavía no habría ganado la lucha por Serbia. Entonces empezaría de verdad'.

No es esto lo que necesita la precaria economía de Serbia. El presidente del Parlamento de Yugoslavia, Dragoljub Micunovic, un veterano político de la DOS, declaró al periódico berlinés Die Tageszeitung que la pugna entre Kostunica y Djindjic 'no sólo ha dañado a la coalición que gobierna en Serbia, la DOS, sino también al Estado. Ha desestabilizado al país que en consecuencia resulta menos atractivo para los inversores extranjeros e incluso puso en entredicho el ingreso en el Consejo de Europa. Las reformas han quedado paradas. No sólo las económicas, sino también las políticas y sociales'.

Milosevic mete baza

Además de zanjar la pugna entre Kostunica y Djindjic, la elección del 29 de septiembre desalojará de la Presidencia de Serbia a su actual inquilino, Milan Milutinovic, quien dejará la poltrona para ocupar el banquillo de los acusados en La Haya. Milutinovic, un oportunista que ha conseguido hasta ahora salir incólume. No obstante, Milutinovic está acusado de crímenes de guerra y podría convertirse en testigo contra su antiguo jefe Milosevic para negociar con ello una condena reducida o incluso el sobreseimiento.

Desde su celda de La Haya, Milosevic ha intentado meter baza en la elección presidencial de Serbia. En una carta a su Partido Socialista de Serbia (SPS), enviada a principios de este mes, Milosevic se quita la careta y recomienda apoyar al candidato ultranacionalista Vojislav Seselj, del Partido Radical Serbio (SRS). Según Milosevic, 'el primer interés del pueblo y del Estado es desmantelar el Gobierno títere' de la DOS y 'este objetivo tiene que ser colocado por encima de cualquier interés particular o de partido'.

La propuesta de Milosevic contó de inmediato con el apoyo de la Izquierda Yugoslava (YUL), el partido marxista que dirige su esposa, Mira Markovic. YUL no ha tenido el menor empacho en apoyar a un ultranacionalista como el 'caudillo' fascistoide Seselj. Este giro de Milosevic hacia posiciones ultranacionalistas, en detrimento de la componente izquierdista del SPS, encaja con tomas de postura de su familia. Su hija Marija, la misma que disparó contra los que venían a llevar preso a su padre en Belgrado la madrugada del 1 de abril del año pasado. Marija declaró en varias ocasiones en los últimos tiempos que el Partido Socialista traicionó a su padre y ella ingresó en las filas del SRS de Seselj.

Los socialistas (SPS) no aceptan tragarse el sapo que les servía su jefe desde La Haya y han rechazado la propuesta de votar a Seselj. El SPS ha decidido presentar un candidato propio para la elección presidencial de Serbia, el actor de 69 años Velimir Bata Zivojinovic, una figura conocida del cine yugoslavo por su participación en las películas de partisanos que luchan contra los nazis durante la ocupación. De Zivojinovic se dice que 'es la única persona que ha comido o cenado con cada familia serbia' por su presencia en las películas tantas veces emitidas en la Radio Televisión Serbia (RTS).

El SPS presentará ahora su candidato para que Milosevic le dé su bendición. No obstante, los socialistas ya sólo aspiran a sobrevivir después del 29 de septiembre. La última propuesta de Milosevic podría contribuir a ahondar las grietas y dar la puntilla a su partido.

El primer ministro de Montenegro (izquierda) y su homólogo serbio.
El primer ministro de Montenegro (izquierda) y su homólogo serbio.AP

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