Medio Ambiente aprueba 546 nuevos amarres en Altea

La Consejería de Medio Ambiente ha dado el visto bueno al proyecto para convertir el puerto deportivo Luis Campomanes de Altea en un complejo renovado y que se denominará Marina Greenwich. Las obras supondrán añadir 546 nuevos amarres a los 520 actuales. La iniciativa incluye la construcción de nuevos apartamentos, un helipuerto, así como una zona comercial, entre otras dotaciones.

Ecologistas en Acción presentó alegaciones para que las obras no se ejecuten debido a que la ampliación supondría un impacto ambiental negativo en la flora marina. En especial, el nuevo puerto destruirá alrededor de 200.000 metros cuadrados de pradera de posidonia oceánica, según los naturalistas. La pradera de posidonia afectada por la nueva infraestructura es de 'gran importancia económica por ser un área de cría de multitud de especies comerciales, actuar de defensa de la línea de costa y aumentar la capacidad de autodepuración marina', según las alegaciones.

La Consejería de Medio Ambiente estima que 'la ampliación es necesaria para aumentar la oferta de amarres en la Comunidad, que en la actualidad tiene un importante déficit', según consta en la declaración que da el visto bueno al impacto ambiental del nuevo puerto. Medio Ambiente resalta la 'importancia del sector turístico en la zona' para apoyar el proyecto.

La nueva dársena portuaria tendrá una superficie de 12,6 hectáreas. El proyecto plantea construir tres diques. El principal o sur, de 530 metros, que iría paralelo a la costa; el norte, de 265 metros y el este, de 135 metros.

El Instituto de Ecología Litoral recomendó medidas correctoras, como el trasplante de matas de posidonia y pinna nobilis en zonas de análoga profundidad, iluminación e hidrodinamismo.