'El barrio de Porta también existe'
Los vecinos piden desde abril la retirada de una furgoneta que usan toxicómanos
'No somos el barrio más emblemático de la ciudad, pero Porta también existe'. Así se expresaba ayer una vecina de esta zona de Barcelona, en el límite entre los distritos de Nou Barris y Sant Andreu. Al otro lado del cementerio de Sant Andreu, en el descampado que hay en la esquina de las calles del Escultor Ordóñez y de Garrofers, una furgoneta abandonada desde hace un año sirve a los toxicómanos para pincharse a escondidas. El suelo también evidencia que el problema existe.
Los vecinos llevan desde abril pidiendo que la furgoneta sea retirada. No lo han conseguido. Esta reclamación se ha convertido en el símbolo de su lucha por evitar que una parte del barrio caiga en la degradación a causa de la droga.
Porta está inmerso en un plan de reforma que fue aprobado por el Ayuntamiento en 1996. Sus habitantes, trabajadores en su mayoría, valoran las mejoras realizadas, como la reurbanización de algunas calles, la construcción de un nuevo hogar de ancianos o las viviendas protegidas que se comenzarán a levantar a finales de año. Además, en los últimos años, el entorno del barrio ha mejorado, explican, con novedades como el polideportivo de Can Dragó o el centro comercial Heron City.
Pero en Porta también hay problemas, y el que más preocupa a los vecinos es la presencia de toxicómanos. 'La gente no quiere hablar porque tenemos miedo, pero todos sabemos dónde están y de dónde sacan la droga', dice Pepita Ferrer, presidenta de la Asociación de Vecinos Porta. A sólo unos metros de la sede de la asociación, en la plaza de Sóller, en los parterres de vegetación también hay jeringuillas. 'De momento no ha pasado nada, pero el equilibrio es frágil', dice una farmacéutica que participa en el programa de intercambio de jeringuillas.
El gerente del distrito de Nou Barris, Joan Jubert, admite el problema. Explica que en el bloque de viviendas conocido como 'Renfe-Meridiana' hay dos puntos de venta de droga cuyos habitantes tienen expedientes judiciales abiertos, pero que 'es difícil actuar desde las competencias municipales'. Jubert asegura que el distrito pretende instalar la nueva comisaría de la Guardia Urbana justo en los bajos del edificio. Ayer, la furgoneta seguía en el descampado ante la mirada de un vecindario ansioso de comenzar a palpar los resultados del esperado plan de reforma.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.