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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

ONU y eutanasia

EL DICTAMEN del Comité de Derechos Humanos de la ONU sobre la reclamación de Ramón Sampedro -mantenida por los herederos del tetrapléjico español fallecido sin ver reconocido su derecho a una muerte digna- será una ocasión de oro para que esa instancia jurídica internacional se pronuncie sobre esta cuestión controvertida pero cada vez más presente en nuestros días. El pronunciamiento del Comité, capaz de promover reformas legislativas de los Estados, podrá impulsar una regulación de la eutanasia que homogeneíce las diferentes y dispersas legislaciones existentes desde el obligado respeto a los inalienables derechos de la persona.

El caso de Sampedro ofrece perfiles humanos que ejemplifican pedagógicamente, más que un tratado jurídico, la justificación de la eutanasia en supuestos extremos. De ahí que, en los alegatos ante el Comité de la ONU, los defensores de la demanda no han encontrado mejores razones jurídicas que las proporcionadas por el sentido común del tetrapléjico fallecido en 1998, aun a sabiendas de sus múltiples facetas. También la petición de la británica Diane Pretty era impecablemente razonable y, sin embargo, el Tribunal de Estrasburgo le denegó la eutanasia este año, 15 días antes de su muerte, con argumentos como que la injerencia del Estado en la vida privada de la demandante estaba justificada por 'la protección de los derechos de los otros', a pesar de que 'los otros' más allegados, el marido y los hijos, apoyaban su petición.

Es posible que el Tribunal de Estrasburgo acabe rectificando como hizo recientemente a propósito del derecho de los transexuales a contraer matrimonio de acuerdo con su nueva identidad. Entretanto, el Comité de Derechos Humanos de la ONU tiene la ocasión de adelantar ya una respuesta jurídica comprometida con la vigencia universal de aquellos derechos y acorde con el deseo expresado por Sampedro de que no se vuelva 'a obligar a otro ser humano a sobrevivir como tetrapléjico si ésa no es su voluntad'.

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