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La UE destinará 5.000 millones para los daños de las riadas en Alemania

Bruselas creará un fondo para catástrofes del que se beneficiarán la República Checa y Eslovaquia

La Unión Europea se ha comprometido a ayudar con fondos estructurales a las regiones de Europa central más castigadas por las riadas. Sólo para Alemania, las ayudas ascienden a 5.000 millones de euros, según fuentes comunitarias, procedentes de reorientar las partidas existentes y no comprometidas. Alemania cuenta para el periodo 2000-2006 con 23.400 millones de euros en fondos estructurales, de los que cerca de 20.000 millones corresponden a la modernización de la extinta República Democrática Alemana.

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La Unión Europea flexibilizará sustancialmente su régimen de concesión de ayudas regionales y agrícolas para Alemania y Austria, y proyecta crear un fondo de atención de desastres del que también se podrían beneficiar la República Checa y Eslovaquia, los otros dos países afectados por las riadas que han devastado decenas de localidades en las orillas del Moldava, Danubio y Elba. Aún no está claro, sin embargo, cuánto dinero supondrán estas medidas. La única cifra concreta -incluso ésta, muy provisional- dada a conocer ayer tras una pequeña cumbre celebrada en Berlín es de 500 millones de euros, que irán destinados a un fondo de atención de desastres que tendrá que volver a crearse tras haber sido abolido en 1997.

Pese a las insistentes preguntas de los periodistas, un evidentemente crispado Schröder, más grosero incluso que habitualmente en su trato con los reporteros, declinó ayer cuantificar cuánto dinero de la Unión Europea percibirán los países afectados por las riadas para paliar las consecuencias de las inundaciones. Tampoco lo hicieron los demás asistentes a la reunión: el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y los jefes de Gobierno de Austria, Wolfgang Schüssel; República Checa, Vladimir Spindla, y Eslovaquia, Mikulas Dzurinda. 'No estamos en condiciones de presentar una cifra exacta', dejó claro Schröder.

Esta imposibilidad tiene que ver con la complejidad de lo decidido ayer. La Comisión Europea permitirá a Alemania y Austria emplear en las labores de reconstrucción aquellos fondos estructurales que les fueron asignados para el periodo entre 2000 y 2006 y que aún no han sido utilizados o aprobados. En todo este periodo, Alemania tiene derecho a percibir cerca de 23.400 millones de euros, destinados íntegramente al este del país. A Austria le fueron asignados 1.500 millones de euros. Fuentes del Ministerio de Finanzas en Berlín aseguraron que el cálculo exacto de cuántos proyectos ya han sido puestos en marcha es sumamente complejo y tomará su tiempo.

'Mera especulación'

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Lo que sí es seguro, al hilo de las explicaciones de Schröder, sin embargo, es que Alemania y Austria podrán utilizar para atender la emergencia su reserva de fondos estructurales, que equivale al 4% del total. En el caso alemán, esto arrojaría cerca de 960 millones de euros, mientras que para Austria ello supone 59 millones de euros.

A partir de este cálculo, en la prensa alemana están circulando estimaciones en el sentido de que el total de las ayudas comunitarias para la mayor economía de la zona euro podría moverse entre 1.000 y 2.000 millones de euros. Este rango, no obstante, fue descalificado como 'mera especulación' por parte del Ministerio de Finanzas.

Según las primeras y todavía muy aproximadas estimaciones oficiales, las inundaciones ocasionaron daños por 2.000 millones de euros en la República Checa y 4.000 millones de euros en Austria. Alemania y Eslovaquia aún no han entregado su balance. Schröder, hasta ahora, sólo ha hablado de 'varios miles de millones de euros'. La prensa está citando a un economista del Dresdner Bank que habla de entre 10.000 y 15.000 millones de euros. Hoy se celebrará en Berlín un Consejo de Ministros extraordinario para analizar la cuestión.

Romano Prodi y los tres comisarios que ayer lo acompañaron en su visita a Alemania, durante la cual recorrieron algunas de las zonas devastadas, igualmente accedieron a permitir a Alemania y Austria la mayor flexibilidad posible a la hora de adjudicar contratos de reconstrucción, otorgar subsidios nacionales y modificar la superficie agrícola cultivada, medidas todas éstas sujetas a la legislación comunitaria, que, en tiempos normales, suelen ser estrechamente vigiladas por Bruselas.

Como admitió el mismo Schröder, uno de los problemas es que los igualmente afectados como Eslovaquia y la República Checa no se beneficiarán de estas concesiones, ya que todavía no son miembros de la Unión Europea. Por ello, Bruselas se ha comprometido a ser 'flexible' con las ayudas programadas para los países candidatos y, sobre todo, a crear un fondo de atención de desastres que podría ser dotado inicialmente con una suma en torno a los 500 millones de euros. Eslovaquia y la República Checa podrían acceder a este dinero. 'Vamos a actuar con generosidad y ánimo solidario no sólo con los países miembros, sino también con los aspirantes al ingreso', dijo Prodi.

Nuevo fondo

Paradójicamente, hace apenas cinco años la Unión Europea había decidido eliminar un fondo similar para hacer frente a los costes de una catástrofe natural en territorio comunitario. Volver a crearlo ahora hace necesaria una decisión unánime del Consejo Europeo. Como muy pronto, el fondo comenzará a operar a partir de 2003. Schröder, sin embargo, consideró posible que ya en el presente ejercicio, en términos contables, se pueda contar con parte de esta suma.

El canciller alemán calificó también de 'puramente teórica' y 'fuera de lugar' la discusión sobre si Alemania, como consecuencia de las riadas, se verá forzada a desconocer el Pacto de Estabilidad. Igualmente, el canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, quiso dejar claro que el cumplimiento de este criterio no corre peligro en su país.

En referencia al futuro fondo para la atención de desastres, el jefe del Gobierno austriaco afirmó que un mecanismo como el Pacto de Estabilidad tiene que ir acompañado de un verdadero 'Pacto de la Solidaridad'. Este cierre de filas europeo en tiempos difíciles fue muy mentado ayer en la conferencia de prensa. 'Europa no debe ser algo abstracto, sino también una Europa solidaria', formuló Romano Prodi, que, por lo demás, dejó la exposición de casi todos los detalles de lo acordado a su anfitrión.

Prodi visita una de las zonas afectadas por las riadas en Alemania.
Prodi visita una de las zonas afectadas por las riadas en Alemania.REUTERS

Derrumbes en Praga, alarma en Budapest

Lo que está sucediendo en Praga es una advertencia para alemanes y asutriacos. En la capital checa, las autoridades municipales paralizaron ayer el regreso a casa de aquellos habitantes que habían tenido que abandonar sus viviendas durante la crecida del río Moldava, después de que, en las últimas horas, se desplomaran tres edificios. Según un balance publicado ayer por el Ministerio del Interior checo, las riadas forzaron la evacuación de 200.000 personas la semana pasada. En Budapest, entretanto, se esperaba que el Danubio alcanzara anoche su máximo nivel, cercano a los 8,75 metros, el más alto de los últimos cien años. El mayor riesgo lo corren el norte y el sur de la capital húngara, zonas de las que fueron evacuadas ayer unas mil personas. El primer ministro húngaro, Peter Medgyessy, suspendió sus vacaciones y convocó ayer una reunión urgente de sus Gabinete para hacer frente a la crisis. La crecida del Danubio no debería, sin embargo, poner en peligro a la ciudad, según su alcalde. 'Budapest no estará en la misma situación que Praga o Dresde. Afortunadamente, nuestros antepasados fueron lo suficientemente sabios como para construir diques muy altos', dijo ayer Gabor Demsky. Para mayor seguridad, cerca de 20.000 voluntarios y soldados trabajaron este fin de semana contrarreloj para reforzar esas barreras artificiales.

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