Fiestas a través del arte

La Semana Grande donostiarra es sinónimo de fuegos artificiales. Miles de personas dirigen cada noche su mirada hacia el cielo en busca de palmeras, estrellas o mariposas de luz y color. La Semana Grande es una semana de tardes de toros. Cientos de aficionados acuden cada día a la plaza de Illumbe para ver las faenas de los afamados toreros enfrentándose a los astados. La Semana Grande se traduce también en carreras de caballos. Decenas de personas se acercan al hipódromo para correr con la vista tras los cuadrúpedos. En definitiva, la Semana Grande es gente, gente y más gente por aquí y por allá.

Quien quiera vivir las fiestas, pero, al mismo tiempo, escapar al menos por unas horas del bullicio, tiene la oportunidad de hacerlo mediante una pequeña ruta de exposiciones. La Galería Arteko (Secundino Esnaola, 3) se ha sumado al verano y a las fiestas de San Sebastián con la muestra colectiva Caballos en el hipódromo, que permanecerá hasta el 20 de septiembre y en la que 34 artistas plasman su particular visión de las carreras, los caballos y los yóqueis, un tema que les ha resultado bastante sugerente, porque es muy plástico.

Juan Chillida ha optado por el alambre galvanizado para crear una singular cabeza de caballo y una no menos curiosa cabeza de yóquei, mientras que la joven navarra Marijose Rekalde ha elegido el cuero y el fieltro de vivos colores para dar forma a un caballo sobre el que hace equilibrios boca abajo un jinete. Frente al cuadrúpedo de cuero luce uno esculpido con celo (205 x 175 x 52 centímetros), obra del asturiano Avelino Sala.

El expresionismo abstracto rige la aportación a la exposición de Diego Vasallo, quien se ha inspirado en poemas de Charles Bukowski para transmitir su mirada sobre los caballos, mientras que Víctor Sánchez se acerca a este mundo desde una perspectiva muy barroca.

Despierta curiosidad el dibujo de Esperanza Zabala Caballo blanco de Velázquez, ya que va acompañado de la frase 'cópiame 100 veces el caballo blanco de Velázquez'. ¿Qué significa? Parece ser que el encargo de transmitir su visión sobre el universo de los caballos y las carreras llegó a saturar un tanto a la artista, así que tuvo la ligera sensación de sentirse como en la escuela, según explican desde la galería Arteko.

Una sala desde la que los forofos de los fuegos artificiales pueden trasladarse a la estación de Renfe de San Sebastián. Allí se encontrarán -siempre que no se demoren para la visita, porque concluye este domingo- con Días de pólvora o, lo que es lo mismo, con 40 fotografías que suponen una expedición gráfica al mundo interior y brillante de los talleres pirotécnicos de la Comunidad Valenciana. Las imágenes en color y blanco y negro, obra de 19 fotógrafos, muestran cómo expertas manos manipulan la pólvora que luego se convertirá en el cielo en un espectáculo de luz, color, formas y sonidos.

Un poco de prisa se tendrán que dar también los amantes de los toros si quieren llevarse a casa una de las esculturas que ha traído por segundo año la casa madrileña de artesanía Debor al Hotel Costa Vasca. Toros, caballos o toreros de bronce, entre otros motivos taurinos, se preparan ya para viajar a la Semana Grande bilbaína.