¿De qué se felicitan?

Aunque el Gobierno y el Partido Popular (PP) han mostrado gran interés en subrayar la 'positiva' evolución de los datos de ocupación y desempleo reflejados por la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de este año, lo cierto es que hay más razones para el pesimismo que para la complacencia.El paro se ha reducido en 54.800 personas entre abril y junio, el 2,64% menos que en el primer trimestre; el número de desempleados ha bajado a 2.026.200 personas; la tasa de paro ha caído al 11,09% y, lo que es más importante según la interpretación oficial, la economía española ha vuelto a la senda de la creación de empleo. Concretamente, el modesto crecimiento español ha generado 185.200 nuevos puestos de trabajo, después de que en el primer trimestre se destruyera empleo. Hasta aquí llegan las estadísticas que justificarían la satisfacción del Gobierno y la afectada felicitación que ha dirigido 'a toda la sociedad' la coordinadora de Participación y Acción Sectorial del PP, Ana Mato, por los datos 'positivos y optimistas' de la EPA.

Pero la evolución del empleo durante el segundo trimestre no da para tanta excitación y autoalabanza encubierta. En términos anuales, que es el periodo en el que deben leerse las estadísticas, resulta que entre el segundo trimestre de 2001 y el segundo de 2002 el paro ha aumentado el 10,55%, es decir, hay 192.900 parados más, y la tasa de creación de empleo se ha desacelerado hasta el 2,2%, al mismo nivel que en 1997, después de haber alcanzado magnitudes de hasta el 3,5% en los mejores años del ciclo económico reciente que comenzó a finales del ejercicio de 1995.

Es decir, que la creación de puestos de trabajo se ha acompasado a las mediocres tasas de crecimiento, como en otros ciclos económicos vividos por gobiernos anteriores. Las publicitadas reformas del mercado de trabajo, que iban a resolver para siempre el problema del desempleo en España, no han conseguido aumentar el volumen de empleo creado por cada punto de crecimiento del PIB, aunque eso sí, han extendido un clima general de malestar entre los asalariados debido a la generalización de la inseguridad en los contratos y han proporcionado motivos para una jornada de huelga general. Entonces, ¿de qué se felicitan y nos felicitan?