Alcarràs desmonta el campamento para inmigrantes temporeros que instaló el ejército

A pocos días de que el Baix Segre finalice la campaña de recogida de la fruta, el Ayuntamiento de Alcarràs (Segrià) ha comenzado a desmontar una parte del campamento que instaló este verano con material del ejército para acoger a los temporeros que dormían por las calles y deambulaban buscando trabajo. El consistorio decidió organizar un campamento con tiendas de campaña para 200 personas ante el problema social que se estaba generando.

Ayer se empezó a desmontar una parte de la instalación, en la que tan sólo quedan ya unos 80 temporeros, y es que la gran mayoría de los inmigrantes que se han acercado este año a Alcarràs para la recolección de la fruta han abandonado la población y la comarca sin conseguir ningún contrato después que las dos intensas granizadas de este verano hayan mermado las producción prevista. Como aseguró hace unos días la delegada de Trabajo en Lleida, Anna Miranda, una parte importante de inmigrantes que se inscribieron en las oficinas para trabajar en la campaña y que no consiguieron contrato se han ido a otras zonas, fuera incluso de Cataluña, después que la piedra haya dañado en algunas zonas entre el 50% y el 75% de la producción. La iniciativa que este año ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Alcarràs ha recogido sus frutos, ya que no se ha registrado ningún conflicto de importancia, si se tiene en cuenta que, a principios de la campaña, se han llegado a concentrar unos 500 temporeros en busca de trabajo, de los cuales la oficina de atención al inmigrante atendió a 310. El alcalde de Alcarràs, Gerard Serra, ha afirmado que se ha demostrado que la instalacion de este campamento ha sido positiva para dar calidad de vida a los inmigrantes, 'proporcionando paz social a la población ya que no ha habido conflictividad este verano'. Está previsto que el campamento se desmonte definitivamente a finales de la semana próxima.