_
_
_
_
_

Granizo gigante

Los 248 litros de Montgat superaron en casi un 300% las precipitaciones medias de julio

Cataluña está viviendo un verano insólito. Las precipitaciones se han disparado de forma espectacular y las temperaturas son muy superiores o inferiores a la media de otros años. Los meteorólogos son muy prudentes a la hora de achacar esta 'anormalidad' al llamado cambio climático, pero reconocen que los episodios climáticos extremos son cada vez más frecuentes.

Después de las fuertes lluvias que se registraron en el litoral catalán la semana pasada, la localidad de Camprodon (Ripollès) sufrió ayer una fuerte granizada. 'La gente mayor no recuerda una tormenta de piedra tan intensa', dijo el alcalde de la población, Esteve Pujol. La tormenta de hielo se extendió por los municipios del Ripollès y la Garrotxa, pero fue en Camprodon donde causó daños más cuantiosos, aunque todavía no se han podido cuantificar. En tan sólo 10 minutos, la piedra que cayó de forma repentina y que tenía un diámetro de hasta siete centímetros, causó daños a unos 600 coches que estaban estacionados en la vía pública y a numerosas caravanas del cámping Els Solans. Además, rompió entre un 70% y un 80% de las ventanas, claraboyas y tejados de casas particulares. El geriátrico municipal y el pabellón de deportes también se vieron afectados.

Más información
Los residuos se extienden a las playas del norte del Maresme

El Ayuntamiento de Camprodon solicitó ayudas a la Generalitat para reponer todos los desperfectos. También pidió al Gobierno central que declare el municipio zona catastrófica. La lluvia también causó destrozos en unas 300 hectáreas de árboles frutales en las comarcas del Baix y Alt Empordà.

'Lo anormal es ya lo normal'. Así define Alejandro Martínez, jefe del grupo de predicción del Centro Meteorológico de Cataluña, la irregularidad y alta variabilidad del clima mediterráneo. 'Lo que sí es cierto es que los fenómenos extremos son cada vez más frecuentes', añade el meteorólogo. 'De noviembre del año pasado hasta este mes de junio se han registrado unos ocho o nueve temporales de levante en la costa de las comarcas de Barcelona, cuando lo normal es que se produzcan dos', añade Martínez.

Cambio climático

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

A pesar de esta evidencia, el meteorólogo del centro, que depende del Instituto Nacional de Meteorología, se mantiene prudente a la hora de achacar estos episodios extremos al llamado cambio climático. 'Todo apunta a que algo está pasando, pero todavía no se puede hablar con total seguridad de un cambio climático', añade Martínez. Igual de prudente se muestra el meteorólogo de Televisió de Catalunya Francesc Mauri, quien mantiene que es 'imposible establecer una relación directa entre las precipitaciones de la semana pasada y este efecto'. Por su parte Martínez afirma que 'ni los políticos ni los científicos se atreven a hablar todavía de un claro efecto del cambio climático, por todas las consecuencias que podría traer'.

El Servicio Meteorológico de Cataluña señala que, aunque pueda parecer un tópico, la irregularidad del clima mediterráneo es una 'característica estrictamente cierta, sobre todo cuando se habla de precipitaciones'. Y es que los 248 litros por metro cuadrado que cayeron en Montgat (Maresme) la madrugada del pasado jueves superan con creces la media de un mes de julio normal en un 300%.

En la estación meteorológica de la Ciutadella, en la ciudad de Barcelona, se recogieron hasta el 30 de julio un total de 4,6 litros por metro cuadrado -valor muy por debajo de la media de cerca de 25 litros-, según el Servicio Meteorológico de Cataluña. Pero en las últimas horas del día siguiente se recogieron en la misma estación 88,2 litros.

Para encontrar un mes de julio con una cantidad de precipitación diaria similar a la registrada el pasado 31 de julio hay que remontarse al 26 de julio de 1920. El observatorio ubicado en la plaza de la Universitat documentó en esa fecha un total de 87 litros.

Francesc Mauri explica que la intensidad de las lluvias fue debida sobre todo a su persistencia: 'Se trató de una tormenta estacionaria que duró seis horas y que se iba autoalimentando. No se observó pues el desplazamienhabitual de las tormentas'. 'La extensión territorial de las lluvias fue muy reducida y se registraron notables paredes de agua', añade Mauri. Esto explica que en localidades tan próximas como Sant Feliu de Llobregat y Molins de Rei se registraran cantidades tan dispares como 130 y 22 litros por metro cuadrado respectivamente.

El Centro Meteorológico de Cataluña achaca estas intensas lluvias al cambio de circulación general de la atmósfera. 'Cada vez llueve más, hace más calor, más frío y hay más vientos de Levante que originan este tipo de temporales', dice el jefe del grupo de predicción de este centro.

Según Mauri, la tormenta fue muy similar a la que se produjo en Santa Cruz de Tenerife el pasado marzo; a la de Biescas, en Huesca, el verano de 1996, y a la de Barcelona en septiembre de 1995.

Los trozos de granizo caídos en Camprodon tenían hasta siete centímetros de diámetro.
Los trozos de granizo caídos en Camprodon tenían hasta siete centímetros de diámetro.PERE DURAN

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_