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Defensa envía dos patrulleras a Melilla para reforzar la vigilancia

Una compañía del Grupo de Regulares se desplaza a las islas Chafarinas

El Ministerio de Defensa ha enviado a Melilla al patrullero de altura Acevedo y a la patrullera Conejera para incorporarse a las labores de vigilancia de las aguas próximas a la ciudad, las islas Chafarinas, el peñón de Vélez y la isla de Alhucemas, junto con las corbetas Infanta Cristina y Cazadora, que están en la zona desde el comienzo de la crisis de la isla Perejil. Una compañía del Grupo de Regulares de Melilla también se ha desplazado a las Chafarinas.

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La Comandancia General de Marina informó que las dos patrulleras llegaron la noche del sábado al puerto melillense, donde ayer permanecían atracadas, al igual que una de las corbetas. Este refuerzo de la vigilancia de Melilla y las islas y peñones españoles adyacentes se produce después de que el Gobierno marroquí instase a todas las 'fuerzas vivas' de su país a 'movilizarse para liberar' Ceuta, Melilla y las Chafarinas.

La llegada de las dos patrulleras coincide con el desplazamiento también de una compañía del Grupo de Regulares de Melilla número 52 a las islas Chafarinas en misión de vigilancia. Los militares fueron trasladados ayer en una de las corbetas que efectúan maniobras en la zona.

En la Comandancia General melillense, sin embargo, no se han adoptado medidas especiales ni se espera que lleguen refuerzos de la Península, como ocurrió tras el desalojo de la isla de Perejil, cuando se desplazaron a la ciudad unos 250 legionarios de los Tercios de Ronda y Viator (Almería), informa Efe.

La situación de la frontera con Marruecos es de 'total normalidad', según fuentes policiales, y los melillenses la cruzan con regularidad para acudir a las playas marroquíes más próximas. Este tránsito se ha retomado después de que el sábado varias decenas de melillenses que acudieron a pasar el fin de semana en casas alquiladas en la playa de la Bocana, en la provincia marroquí fronteriza de Nador, regresaran precipitadamente de madrugada a Melilla al difundirse un falso anuncio de cierre de la frontera.

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El delegado del Gobierno en Melilla, Arturo Esteban, anunció ayer, sin embargo, que volverá a cerrar la frontera, como hizo el lunes pasado, cada vez que se registren manifestaciones del Partido Marroquí Liberal (PML), que organizó un intento de marcha verde sobre Melilla con unos 200 marroquíes. El PML tiene previsto organizar una nueva manifestación el próximo viernes en el puesto fronterizo de Beni-Enzar, el principal entre Melilla y Marruecos.

La misma normalidad existe en Ceuta, donde las fuerzas y cuerpos de seguridad destacadas no han recibido orden de reforzar el dispositivo de control de la frontera, que ayer funcionaba sin problemas.

Restablecer la confianza

La presencia del Gobierno en Ceuta se hará notar esta semana. Los ministros de Administraciones Públicas, Javier Arenas, y de Trabajo, Eduardo Zaplana, visitarán Ceuta, el primero, para analizar diversos asuntos con la Delegación del Gobierno, y el segundo, para firmar un convenio en materia de empleo. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, también estuvo el lunes pasado en la ciudad autónoma.

El vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer, por su parte, en una entrevista a Europa Press, que España quiere tener buenas relaciones con Marruecos, pero matizó que no va a consentir, como quedó acreditado tras el incidente de Perejil, que 'nadie adopte decisiones de manera unilateral en provecho propio'. 'Las cosas no se hacen así, y cuando alguien lo hace hay que volver [la situación] a su lugar', añadió.

Rajoy adelantó que el 'principal objetivo' de la reunión prevista de los ministros de Exteriores de España y Marruecos en septiembre será 'restablecer la confianza' y dejó claro que 'por parte de España no vamos a hacer nada más que intentar que haya ahora un periodo de cierta distensión y que a partir de septiembre podamos tener unas buenas relaciones'. El vicepresidente añadió que 'España tiene una posición de equilibrio y de sentido común, respetuosa con la legalidad internacional que los españoles comparten'.

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