El FBI registra la casa del científico sospechoso de los ataques con ántrax
El científico ligado a la CIA que desde hace meses ha estado en boca de muchos de sus colegas en la comunidad científica como posible autor de los atentados con ántrax (carbunco) fue identificado ayer por el FBI como 'sospechoso potencial'. Los agentes registraron el apartamento de Steven Hatfill y requisaron varias cajas de documentos y otras pertenencias. A diferencia de un registro anterior realizado con el consentimiento de Hatfill, el de ayer fue mediante una orden judicial.
Hasta ahora, el FBI había considerado a Hatfill una 'persona interesante'. Sin embargo, su historial, sus vínculos y el acceso que ha tenido al agente patógeno del ántrax como investigador de biodefensa del Gobierno han llevado incluso a la Federación de Científicos Americanos a denunciarlo y a denunciar una trama de encubrimiento al más alto nivel.
Los análisis genéticos de las cartas con ántrax que mataron a cinco personas a finales de 2001 demostraron que los atentados sólo podían ser obra de un experto en ántrax, vacunado contra el patógeno y con acceso al Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército (USAMRIID) en Fort Detrick (Maryland), donde se llevan a cabo experimentos secretos. Hatfill trabajó allí entre 1997 y 1999, pero siguió teniendo acceso hasta marzo como empleado de una empresa contratada por el Pentágono. Su apartamento está al costado de las instalaciones de USAMRIID, aunque hace semanas que no lo habita, según los vecinos.
Entre las pistas que lo han convertido en sospechoso está un estudio que patrocinó hace dos años sobre el impacto de un ataque de ántrax por correo, muy similar al ocurrido. Pero el rastro llega hasta el régimen racista de la antigua Rodesia, hoy Zimbabue, para el que Hatfill trabajó en los setenta, cuando se produjo en ese país el mayor brote de la historia de ántrax. El FBI realizó ayer otros registros en Maryland en conexión con la investigación de los atentados con ántrax, pero no declaró a ningún otro 'sospechoso potencial'.
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