'Ertzaina' escatólogo
'La belleza es una mierda', ha dicho repetidas veces el fracasado y admirado Jorge Oteiza. Extremo comentario cuya enunciación motiva nuestro pensamiento. Horas debatiendo sus posibles, múltiples sentidos, pero nunca escuché que alguien persiguiera inquisitorialmente su aseveración.
Buscamos su poesía, como en aquellas estrofas del gusano: '...De lo antes invierno y Paraíso / desde aquella mano alfarera de Dios de barro y lombrices / vienes ...' Tan humano.
Porque la basura y los excrementos también son nuestros. Disculpen este desliz escatológico, sobre todo quienes leen a la hora de comer, pero es que la persecución del ertzaina al que se atribuye que dijo 'Euskadi es una mierda' me parece una guarrería, con todo respeto, eso.
La imagen corporativa, podemos interpretar, no debe permitir porquerías que afecten al brillo patrio
¿No repugna lo que dijo un ertzaina a una victima de la violencia que 'eso' pasaba por meterse con Arzalluz?
Es posible que si la frase fuera dicha tuviera su origen en cierta parcialidad que toda subcultura policial conlleva. Ya se sabe que el trato persistente con la 'suciedad de la sociedad' afecta al pensamiento en sus heces. En todo caso, la patria no es como la bailarina, cantada por Ana Belén, cuyas cacas no se ven.
Además, dicen que el ertzaina también exclamó ¡Viva España! Y como quiera que Euskadi todavía es España (parece ser), pues eso, que alabó toda tierra. Así que la persecución del cuestionado comentario es una contradicción en sí misma y un agravio comparativo.
¿No les parece asquerosa la soflama del mando de la Ertzaintza que ensalzó la parcialidad soberanista en el homenaje a un ertzaina asesinado por los terroristas de la independencia? ¿ No repugna la acción de un ertzaina que trabajando le dijo a una víctima de la violencia de persecución que 'eso' le pasaba por meterse con Arzalluz?
Son hechos públicos y conocidos. ¿Perseguidos con expedientes? Ya saben la respuesta.
Los responsables del Departamento de Interior mantienen la sanción contra el ertzaina díscolo y manifiestan defender los compromisos institucionales, que parece que no tienen nada que ver con la basura y sí con la Euskadi virtualmente inmaculada. La imagen corporativa, podemos interpretar, no debe permitir, bajo ningún concepto,porquerías que afecten al brillo patrio. Me pregunto también si no hay acciones institucionales que manchan mucho más.
Pienso en el nuevo carnet profesional de la Ertzaintza. Cada agente llevamos ahora con nosotros la 'E' gótica de Sabino Arana, al parecer limpia del racismo y partidismo original. Junto al gran letrero de Ertzaintza, dos menores de Policia-Police. Eso es la normalización lingüística (¿entre español e inglés?), ahora que está eso del respeto a las normas aprobadas por todos. O será la traslación europea de la Policía Vasca, pero entonces falta el resto de idiomas oficiales de la Unión.
También podríamos haber utilizado las lenguas multiculturales de las Naciones Unidas o recurrir al lírico esperanto (Polici). ¡Ocasión perdida!. ¿Volvemos al bodrio?
En su poemario Cansado y giratorio comienza Oteiza: 'Amo a mi país profundamente / me da rabia (mi país) profundamente...' Doble patria de flores y bostas. Por eso no debe extrañarnos el comentario del policía, si es que lo dijo este ertzaina venido a escatólogo.
Podemos debatir su gusto y acierto, pero que los inquisidores internos dejen de jamerdar. Vale ya de rasgarnos las vestiduras cada vez que señalamos el váter de la 'casa del padre', que también tendrá ¿O no?
Teo Santos es ertzaina.
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