Xabin Egaña lleva sus acuarelas al 'Diario de un peregrino'

La editorial Bassarai mantiene su colección de libros de arte, volúmenes cuidados, de edición exquisita, en los que se aúna la labor de pintores y poetas. En esta ocasión, el artista es Xabin Egaña, que presenta la obra Diario de un peregrino, reflejo de su recorrido entre Somport y Finisterre, es decir, la versión ampliada del Camino de Santiago.

Xabin Egaña (Oñati, 1958) es un pintor con obra en destacadas colecciones privadas y públicas. Sus exposiciones en galerías de prestigio de ciudades como Nueva York, Hamburgo, Barcelona y Madrid le han permitido mostrar ante el público un intenso trabajo de creación plástica donde mezcla técnicas que incluyen la litografía, el aguafuerte y la infografía.

En esta ocasión, Egaña ha optado por la acuarela. Como tiene por costumbre, el pintor oñatiarra partió de viaje, andando, en busca de la Naturaleza. En esta ocasión escogió una ruta mítica, y, entre julio y septiembre del año pasado, se dispuso a recorrerla con la parsimonia que le caracteriza y el tiempo necesario para pintar cada una de las 55 acuarelas que conforman Diario de un peregrino. La experiencia pictórica se acompaña en esta ocasión de las impresiones literarias de quien es lector de Lucrecio, Heidegger, John Berger o Peter Handke, como se desprende de las citas.

'Son ilustraciones del paisaje exterior e interior del recorrido. En cada etapa he intentado captar la esencia de la comarca', comentaba ayer Xabin Egaña en la presentación del libro en Vitoria. Pero es un trabajo destinado a todos los públicos. 'He querido que sean una referencia para todos los amantes del Camino de Santiago, independientemente de sus creencias o de sus intereses artísticos', añadió.

Distintos objetivos

Quizás por eso, el pintor guipuzcoano ha optado por una recreación en cierto modo realista de los paisajes. 'El objetivo que llevaba era la descripción de la meteorología, la orografía, la botánica y la arquitectura de esos lugares; por poner un ejemplo, no es lo mismo la luz violeta de Huesca que los tonos amarillos de Castilla o los grises brumosos de la costa gallega', comentó Egaña. Cada una de las 55 acuarelas le tomó su tiempo, aunque sin duda fue la de la catedral de León la más costosa, ante la dificultad de captar su luz.

Este no es el primer libro de viajes de Xabin Egaña, un artista que gusta de emprender estas aventuras, 'con el fin de descontaminarme de la vida urbana', en sus palabras. Parte habitualmente sin ninguna información sobre el recorrido para que ese recorrido sean más puro si cabe. Así le ocurrió con Oinez, un libro litográfico publicado en 1998, en el que descubre el paisaje del norte de Europa. 'En esa obra había una mayor gestualidad que tenía que ver con la aventura zen; en esta ocasión he optado por transmitir todo el poso cultural del Camino de Santiago'.