Errores en Afganistán

La exitosa campaña militar de EE UU para expulsar del poder a los talibanes en Afganistán y eliminar las bases seguras de la red terrorista de Osama Bin Laden se basó en una estratégica coordinación del poderío aéreo de EE UU con las poco pertrechadas guerrillas afganas conocidas como Alianza del Norte. Por desgracia, los beneficios de esa victoria inicial se están diluyendo tras los bombardeos de aviones estadounidenses que han matado a miles de civiles afganos. Estos bombardeos de inocentes afganos ocasionan una de las peores tragedias humanas y por esa única razón deberían detenerse de forma inmediata. Militares y políticos de EE UU deben darse cuenta de que tendrán consecuencias políticas estos bombardeos no intencionados, pero sí evitables, de afganos que al principio dieron la bienvenida a los estadounidenses como sus libertadores. (...) Las razones de estos ataques no son oscuras: deseosas de evitar víctimas norteamericanas y de minimizar el número de operaciones terrestres, las fuerzas militares de EE UU deben fiarse de informaciones proporcionadas por afganos que señalan posibles ubicaciones de guerrilleros de Al Qaeda o talibanes. Con demasiada frecuencia, estas informaciones son erróneas, (...) unas veces sin mala fe, (...) aunque otras encierran venganzas entre señores de la guerra. (...) Las tropas no deben atacar a los afganos a menos que tengan la certidumbre de que disparan contra enemigos. De lo contrario, de los que son amigos saldrán nuestros enemigos, ya que verán su liberación de los talibanes como otra forma de intervención extrajera hostil.

Boston, 29 de julio