Wassili Petrenko gana el concurso de directores de orquesta de Cadaqués

Wassili Petrenko, de 26 años, ganó anteanoche la sexta edición del Concurso Internacional de Directores de Orquesta de Cadaqués, celebrado este año de forma excepcional en el Auditori de Barcelona por las reformas que se realizan en la sala de la población ampurdanesa donde habitualmente se realizan las pruebas eliminatorias. Petrenko se impuso rotundamente al estadounidense Jonathan Pasternak, el otro finalista, a quien el jurado, presidido por el director británico Neville Marriner, otorgó el segundo premio. El ganador se embolsó 6.010 euros y lo más codiciado premio del certamen, un contrato para dirigir a 20 orquestas españolas y dos extranjeras en los próximos dos años.

Petrenko tiene madera de gran director. Sabe imponer su disciplina a la orquesta con gestos precisos, claros y elegantes y, lo que es aún más importante, conecta con los músicos y les deja espacio para afirmar su personalidad sin perder nunca el control orquestal. Pasternak también evidenció una gran calidad y preparación técnica, pero su contrincante ganó la partida mostrando mayor personalidad como intérprete. Con los mismos mimbres -la excelente Orquesta de Cadaqués-, Petrenko supo hacer más música y estableció una más intensa comunicación con el público.

Decisión aplaudida

La decisión de premiar a Petrenko, acordada con unanimidad por el jurado tras una rápida deliberación, fue largamente aplaudida por el público -alrededor de 400 personas- que asistió al concierto de los dos finalistas, celebrado el pasado sábado por la noche en el Auditori barcelonés. El jurado, presidido por Marriner, estuvo integrado por los directores austriacos Alexander Rahbari y Christian Buchmann, el holandés Jan Raes, el catalán Ernest Martínez-Izquierdo, que asumirá en septiembre la titularidad de la Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), y la Orquesta de Cadaqués, organizadora del concurso.

La obra encargada por los responsables del concurso para ser estrenada por los finalistas, que este año fue Elephant skin, del compositor madrileño Jesús Rueda, resultó decisiva para el jurado a la hora de calibrar la actitud de los directores ante una partitura contemporánea y su capacidad de aprender y dominar una obra inédita que les fue entregada hace tan sólo una semana.

Petrenko hizo gala de una gran seguridad técnica y mayor flexibilidad durante la prueba final. Tanto él como Pasternak tuvieron que dirigir la flamante partitura de Jesús Rueda, el recitativo y aria de motete para soprano y orquesta Nocturna procella, del compositor catalán del siglo XVIII Domènech Terradellas, con la soprano canaria Raquel Lojendio como solista, y dos movimientos de la célebre Sinfonía número 7, de Beethoven.