_
_
_
_

Bruselas aplica a Portugal el primer expediente por superar el déficit previsto

Lisboa maquilló su contabilidad y reconoce que el desfase en 2001 se disparó al 4,1% del PIB

Portugal superó escandalosamente el límite fijado en el déficit público, pero tendrá que pagar por ello. Lisboa ha reconocido ahora que su déficit público en 2001 se disparó al 4,1% del PIB y que no se elevó el 2,2% que había comunicado a Bruselas a comienzos de año. Puesto que la nueva cifra supera ampliamente el límite del 3% consagrado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, la Comisión Europea advirtió ayer que iniciará por primera vez el procedimiento de déficit excesivo. La UE puede imponer una multa equivalente al 0,5% del PIB si Portugal no adopta medidas correctoras.

Más información
Superávit de 5.400 millones
Pesimismo creciente en Lisboa
Bruselas y el BCE alertan sobre el alto déficit de Francia, Italia, Alemania y Portugal
La economía europea crece un modesto 0,3% el primer trimestre
Italia pone en cuestión el pacto de estabilidad acordado por la UE
Multimedia:: El reparto de poder en la UE

Bruselas se mostró ayer prudente y evitó utilizar el término 'sanción', pero no ocultó la gravedad de la situación. Según todos los indicios, Lisboa no sólo maquilló sus cifras de 2001, sino que también preveía un déficit del 1,8% para este año, un objetivo que hoy se presenta como imposible. La propia Comisión Europea ya demostró tener poca fe en los datos que le suministraba el Gobierno de Lisboa y, en sus previsiones de primavera, señaló que el déficit portugués sería finalmente de al menos un 2,7% el año pasado y del 2,6% este año.

Pese a la desconfianza de Bruselas, hubiera sido difícil descubrir ese desfase a no ser porque las elecciones de marzo pasado en Portugal desalojaron del poder a los socialistas y el nuevo Gobierno conservador se enfrascó en una auditoría interna para conocer los datos reales de la situación presupuestaria.

Hace tres semanas, el Ejecutivo portugués difundió unas primeras estimaciones muy pesimistas, pero en la noche del pasado jueves Lisboa comunicó oficialmente a Bruselas el resultado de la auditoría: un 4,1% de déficit. En la contabilidad portuguesa hubo importantes 'omisiones' en el capítulo de gastos, bien porque no fueron registrados como tales o bien porque se trasladaron a otros ejercicios.

El caso portugués llega a Bruselas en un momento delicado. De un lado, se suma al similar episodio registrado en Francia, donde el nuevo Gobierno conservador también ha descubierto que el anterior Ejecutivo socialista redujo artificialmente el déficit público hasta situarlo en 2001 en el 1,4%, cuando en realidad se aproximó al fatídico 3%.

Italia también ha aplicado un nuevo sistema estadístico y su déficit 'ha crecido'. Pero, además, estos desajustes se registran cuando desde París y Roma se objeta el Pacto de Estabilidad y, concretamente, el objetivo de lograr el equilibrio presupuestario en 2004. En Francia, el nuevo Gobierno también ha ordenado una auditoría que puede elevar el déficit del 1,4% a cerca del 3%.

Pero ahora la atención de Bruselas se centra en Portugal. La Comisión Europea anunció ayer que activará por primera vez el procedimiento de déficit excesivo contra un Estado. Un mecanismo recogido en el Tratado de la UE y que forma parte del Pacto de Estabilidad. Ese procedimiento tiene como objetivo prevenir y corregir deslizamientos presupuestarios que pueden perjudicar a los demás socios del club a la hora, por ejemplo, de que el Banco Central Europeo (BCE) baje o no los tipos de interés.

El expediente puede desembocar, si Lisboa no rectifica, en una penalización en forma de depósito equivalente al 0,2% del PIB portugués. El fondo se convertiría en multa, que podría llegar al 0,5% si, transcurridos dos años, persiste la anomalía. Con ánimo de no exacerbar al Gobierno portugués, Bruselas insiste en que la sanción 'no será inmediata' en ningún caso. 'Estamos muy lejos aún' de esa posibilidad, afirmó ayer un portavoz del Ejecutivo comunitario. 'La manera de corregir esta situación no es introduciendo penalizaciones', añadió.

El calendario previsto ahora es el siguiente: la Comisión debatirá el problema en septiembre. A la vista de los planes que ponga en marcha Lisboa para corregir la situación, Bruselas elaborará un informe que será debatido en el Comité Económico y Financiero. Después harán lo propio los ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) en septiembre, aunque probablemente mantengan la discusión formal el mes siguiente. En realidad, son los ministros quienes tienen que constatar si existe o no déficit excesivo antes de activar el procedimiento. A comienzos de año, la Comisión ya lanzó una alerta contra Alemania (un paso mucho menos grave que el de Portugal) por acercarse al 3%, pero finalmente fue anulada por el Ecofin.

Si finalmente se abre el procedimiento, los ministros de Finanzas enviarán una serie de recomendaciones a Lisboa, que dispondrá de cuatro meses para aplicarlas. Si no se corrige el problema, se aplicará la primera penalización en forma de depósito diez meses después.

Maquillaje de cuentas

Pero, por encima de que se active o no el procedimiento, lo más alarmante resulta el descubrimiento del maquillaje en las cuentas públicas nacionales. 'La vigilancia presupuestaria nunca podrá funcionar correctamente si los Estados miembros y las oficinas de estadísticas nacionales no prestan más atención', advirtió ayer el comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes.

Por su parte, el primer ministro de Portugal, José Manuel Durão Barroso, calificó ayer de 'injusta' una posible sanción por parte de de la Unión. 'No hay razones para que el país sufra multas de Bruselas', aseguró tras el Consejo de Ministros extraordinario que tuvo lugar en la localidad de Tomar. Para el dirigente luso, imponer un castigo económico haría aún más difícil cuadrar las cuentas. 'Sería absurda [la aplicación de sanciones], pues éstas dificultarían aún más el esfuerzo del reajuste'. Sin embargo, el primer ministro reiteró el objetivo de un déficit del 2,8% para 2002 y subrayó que 'estamos precisamente corrigiendo la situación del país'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_