El líder de Hamás iba a asesinar a cientos de personas, según Israel
El Gobierno de Sharon trata de justificar la matanza de Gaza
Salá Shahada, el jefe militar de Hamás asesinado el lunes junto con 16 civiles en un ataque aéreo israelí, estaba preparando un 'megaatentado', según el Ministerio de Defensa israelí. Con esta información, Israel trataba ayer de justificar una operación militar que ha desatado las críticas de la comunidad internacional y abierto un debate en la sociedad israelí en cuanto a los métodos utilizados por su Ejército contra los palestinos.
'Este hombre estaba planificando el mayor atentado que Israel haya conocido jamás, un megaatentado mediante un camión cargado con una tonelada de explosivos, que hubiera podido provocar centenares de muertos', reveló el ministro de Defensa israelí, Benjamín Ben Eliezer, en unas declaraciones a la radio. Shahada era 'el enemigo más cruel que ha tenido Israel', recalcó.
Los servicios de espionaje del Ejército y del Shin Bet estudiaron durante seis meses cómo eliminar a Shahada, añadió el ministro. Ben Eliezer explicó que al menos en ocho ocasiones fue aplazado el ataque, porque 'no se había recibido información clara y suficiente que nos permitiera saber si estaba solo o no'. Aseguró que el último aplazamiento fue decretado el pasado sábado, al persistir las dudas respecto a los posibles daños colaterales del ataque.
Un portavoz del Ejército filtró ayer a la prensa los primeros resultados de la investigación interna efectuada por el Ministerio de Defensa sobre las circunstancias del ataque. Los servicios de inteligencia, según ese informe, cometieron un error de apreciación, al estudiar las fotos del lugar del ataque y no percibir que junto a la vivienda del blanco había unas chabolas de madera y lata, en las que vivían civiles y cuya estructura difícilmente iba a soportar la onda expansiva de la bomba.
El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Simón Peres, intentó también contrarrestar ayer los perjuicios que el ataque contra Gaza ha provocado en el terreno diplomático. En una reunión con los enviados de la UE y la ONU, Miguel Ángel Moratinos y Terje-Roed Larsen, Peres ofreció el apoyo de Israel al proceso de reformas democráticas planificadas por la Autoridad Nacional Palestina de Yasir Arafat y se comprometió a 'mejorar las condiciones de vida de la población palestina'. La oferta supone un cambio de actitud importante del Ejecutivo israelí, que se había mostrado hasta ahora escéptico sobre esas reformas.
Dos grupos armados vinculados al partido gubernamental palestino Al Fatah reivindicaron un ataque perpetrado ayer contra un turismo en Cisjordania y que mató a un rabino del asentamiento de Peduel. Los atacantes aseguraron que el atentado era una respuesta al ataque israelí sobre Gaza.
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