Las siderúrgicas critican el nuevo método de tarifas que reclaman las eléctricas

Las empresas siderúrgicas asociadas a Unesid mostraron ayer su preocupación por las demandas que el sector eléctrico ha hecho a la Administración para que se fije un nuevo cáculo en las tarifas eléctricas sin ninguna referencia a la realidad de los precios de la energía para grandes consumidores.

El sector del acero es uno de los mayores consumidores de energía eléctrica en España y su precio repercute con intensidad en los costes. Según Unesid, hay que tener en cuenta que e la producción y la venta del acero se produce a precios internacionales en condiciones de competencia mundial muy alta por lo que cualquier desviación al alza perjuduica al sector español. Para Unesid, es importante que cualquier método de cálculo de las tarifas siga el principio de tender a la convergencia con los precios europeos.

Por su parte, el sector eléctrico en Francia también ha generado polémica. El primer ministro de Francia, Jean-Pierre Raffarin, anunció ayer que no habrá aumento alguno de las tarifas de electricidad demandadas por el monopolio público EDF. Esta decisión desautoriza al ministro de Economía, Francis Mer, que recientemente ha defendido la necesidad de aumentar los precios de la electricidad 'de modo no simbólico' para que el grupo estatal pueda seguir cumpliendo con sus obligaciones de servicio público.

Al mismo tiempo, el primer ministro 'abofetea' al presidente de EDF, François Roussely, que había pedido un aumento de tarifas del 5% para compensar el alza de las cargas de servicio público impuestas por el Estado. Roussely tampoco había conseguido del anterior ministro socialista de Economía, Laurent Fabius, que autorizara una subida de precios para este año, en vísperas del proceso electoral desarrollado durante el primer semestre de 2002.

Raffarin desea compensar 'socialmente' otras decisiones que han sido criticadas, como la negativa a aumentar el salario mínimo y la rebaja del 5% en la tarifa del impuesto sobre la renta.