El Baix Llobregat reserva 3.200 hectáreas para uso agrícola

El Consejo Comarcal del Baix Llobregat ha aprobado, por unanimidad, el plan especial de protección y mejora del parque agrario de la comarca, que define los usos y las funciones de un amplio territorio situado a ambos lados del río Llobregat, desde la altura de El Papiol hasta la desembocadura, incluidas las zonas húmedas sobre las que está situado el aeropuerto.

El terreno calificado como parque agrario -no edificable, por tanto- tiene una extensión de 3.200 hectáreas, lo que supone el 8% del territorio de la comarca del Baix Llobregat, la segunda en densidad de población de Cataluña, con unos 720.000 habitantes. Es la primera vez que un consejo comarcal asume las competencias que le permiten cierta planificación urbanística, al margen de los deseos del Gobierno catalán, que se reservó en su día la capacidad de decisión en esta materia. Pero el acuerdo no lo ha tomado sólo el consejo comarcal, sino que previamente se procedió a la creación de un consorcio formado por los 14 municipios afectados con representación del sindicato agrario Unió de Pagesos, que ha trabajado en la redacción del proyecto. El resultado fue la votación unánime de la pasada semana.

'La aprobación del plan comporta un mensaje doble', explica el presidente del consejo comarcal, José Luis Morlanes; 'por una parte, el compromiso con los payeses: tienen un territorio protegido para el futuro, pueden trabajar e invertir; por otra, el compromiso de que el terreno queda reservado para esos usos y no vale la pena invertir a la espera de una recalificación para hacer pisos'.

Se han registrado compras de terrenos que se pagan a un precio que ronda el medio millón de euros, a la espera de poder construir a medio plazo. El plan pone coto a estos movimientos.

La decisión del consejo comarcal supone declarar suelo 'rústico de valor agrícola', además de reservar espacios para zonas verdes y sistemas hidrológicos, una amplia franja de terreno que va de El Papiol hasta el mar y que afecta a los municipios de Castelldefels, Cornellà, El Papiol, El Prat, Gavà, Molins de Rei, Pallejà, Sant Boi, Sant Feliu, Sant Joan Despí, Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Cervelló y Viladecans, además de L'Hospitalet, ya en la comarca del Barcelonés.

La producción agrícola del Baix Llobregat ha tenido un considerable crecimiento en los últimos años. En 2000, el crecimiento rondó el 10%, gracias en parte a la producción en invernadero.

El plan ahora aprobado (pendiente del visto bueno del Gobierno catalán) prevé también la protección paisajística, con la intención de que este territorio se convierta en una amplia franja cubierta de plásticos.

La comarca al completo vive una fase de expansión y dinamismo económico que el consejo comarcal y los ayuntamientos han procurado que se produzca al margen de los movimientos especulativos vinculados a la construcción. En los últimos cuatro años, este crecimiento ha superado el 4%, con crecimientos muy potentes en agricultura, hasta el punto que el porcentaje de afiliados a la seguridad social en el sector aumentó el 12,8% en el año 2000, según datos del Anuari Econòmic Comarcal 2001, editado por Caixa de Catalunya.

Paralelamente a la aprobación del plan que preserva el terreno para usos agrícolas, el consejo comarcal ha negociado con el Ministerio de Fomento que el paso del AVE por esta zona protegida se haga sobre un viaducto, con el objetivo de reducir en la medida de lo posible el impacto medioambiental de la obra.

El 52% del territorio del Baix Llobregat es agrario o forestal, pero el que se encontraba más amenazado por la especulación era el ahora protegido. En su mayor parte este terreno se halla muy cercano a las poblaciones con alta densidad y dispone de aceptables vías de comunicación.