La UE recibirá al ministro marroquí 'al más alto nivel' coincidiendo con el Consejo de Exteriores

La ofensiva diplomática de Rabat por la crisis de Perejil tendrá su etapa clave en Bruselas, donde el ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Benaissa, mantendrá el domingo, lunes y martes encuentros 'al más alto nivel', como anunció el portavoz de la Comisión Europea, Jonathan Faull. Tras pasar ayer por París, la capital donde Rabat ha encontrado más apoyos, Benaissa intentará convencer a la UE para que exija la retirada de tropas españolas del islote. El ministro contactará con la Unión en la misma ciudad y el mismo día, el lunes, en que Ana Palacio, la titular española de Exteriores, informará del contencioso a sus colegas en el Consejo de Exteriores de la UE.

'Al más alto nivel', unos términos inusualmente empleados en la capital europea, significa, como explicaron fuentes oficiales de la Comisión, que Benaissa será recibido por el presidente del Ejecutivo comunitario, Romano Prodi, por el secretario general del Consejo, Javier Solana, y quizás por el comisario de Exteriores, Chris Patten. También verá a Per Stig Moller, ministro de Exteriores de Dinamarca, el país que ahora preside la Unión y que el pasado fin de semana emitió un breve pero rotundo comunicado exigiendo la retirada de tropas marroquíes de Perejil, lo que irritó a Rabat. El encuentro con Moller podría celebrarse el martes en Copenhague. Dinamarca cerró hace unos años su embajada en Rabat a la vez que abría una en Argel, un dato que ahora puede ser negativo.

Lo que no se aclaró ayer es si Benaissa intentaba hacerse invitar a la reunión del Consejo de Exteriores para exponer sus argumentos ante los ministros de toda la UE. Ana Palacio tiene previsto hacerlo durante el almuerzo. La hipótesis de que en la mesa se sentara también Benaissa supondría un serio contratiempo para España, aunque el veto de un solo país haría imposible esa coincidencia. Esa hipótesis era manejada en Bruselas desde el jueves, pero fuentes oficiales danesas señalaron ayer que no tenían constancia de que Benaissa lo hubiera pedido como ministro de un país con el que la UE tiene suscrito un Acuerdo de Asociación.

Benaissa contará con el apoyo de Francia, que el pasado miércoles bloqueó en el Comité Político y de Seguridad de la UE una propuesta danesa para difundir una declaración de solidaridad con España tras el asalto español al islote.

A la espera de la llegada de Benaissa, la Comisión insistió ayer en sus apremios a ambas partes, pero especialmente a España porque Perejil está ahora bajo su control, para que se restablezca 'rápidamente', 'cuanto antes', 'lo más pronto posible', el statu quo anterior al 11 de julio, como repitió el portavoz Faull. Es decir, que en el islote no haya ni tropas ni banderas para 'recuperar unas relaciones normales' entre España y Marruecos y entre Rabat y la Unión porque 'Marruecos es un país vecino y amigo de la UE'. En el Consejo opinaban ayer que la retirada española de Perejil podría producirse antes de que Benaissa llegue a Bruselas.

El portavoz de la Comisión criticó airadamente un artículo del Financial Times, según el cual Solana había dicho a Prodi que el Ejecutivo comunitario no estaba actuando correctamente en esta crisis. 'Es una invención; Solana y Prodi no han hablado en toda la semana', dijo. Pero lo más significativo del artículo del diario británico no estaba en el texto, sino en el gráfico que lo acompañaba. En él se califica de 'colonias españolas' a Ceuta y Melilla, y de 'islas españolas' a Perejil, Vélez de la Gomera, Alhucemas y Chafarinas. Gibraltar, sin embargo, es mencionado simple y llanamente junto a las letras en paréntesis 'UK' (siglas del Reino Unido).