Un cura rechaza testificar en un caso que conoció en su función sacerdotal

La Audiencia Provincial de Guipúzcoa ha rechazado la solicitud de un sacerdote de Zumárraga para no comparecer en calidad de testigo en un juicio sobre presuntos abusos sexuales que se celebrará el próximo octubre. El fiscal solicita 37 años de prisión para los cinco acusados de haber abusado supuestamente de dos jóvenes disminuidos psíquicos en las localidades de Zumárraga y Urretxu. El sacerdote aduce que conoció los hechos en el ejercicio de su ministerio.

La importancia del testimonio del cura radica en el hecho de que su intervención fue lo que propició que el caso saliera a la luz y se investigara. El sacerdote había informado a la madre de uno de los dos deficientes sobre lo que su hijo le había contado acerca de los abusos sexuales de los que supuestamente había sido víctima.

El sacerdote fundamenta su negativa para acudir como testigo al juicio en que el deficiente le confió lo ocurrido en el ejercicio del sacerdocio, aunque no en un acto de confesión. El cura ya había esgrimido la misma argumentación durante la investigación de los hechos que se llevó a cabo en el Juzgado de Instrucción de Bergara.

En esta fase previa, el sacerdote se negó a relatar ante los jueces y al fiscal el contenido de lo que el joven le había confiado, alegando que cuando se produjo la confidencia estaba en el ejercicio de su ministerio. Otro argumento del sacerdote para negarse a testificar ha sido el 'riesgo mediático' que consideraba podría acarrear su presencia en el juicio.

Ahora la Audiencia de Guipúzcoa ha denegado la pretensión del sacerdote y le ha emplazado a testificar en la vista oral, que tendrá lugar el próximo 7 de octubre en San Sebastián.

No hay secreto

En un auto que se conoció ayer , el tribunal guipuzcoano afirma que carecen de sentido los argumentos expuestos por el sacerdote, puesto que la víctima en ningún momento trató de ocultar lo que presuntamente había padecido, por lo que, manifiesta la Audiencia, ya no existe 'ningún secreto que proteger'. Por otra parte, tanto los jueces como el fiscal de la Audiencia consideran que, con su testimonio, el sacerdote reforzaría la versión de la supuesta víctima y, por consiguiente, estiman que su negativa a comparecer en el juicio no puede obedecer al ánimo de proteger al joven.

El tribunal precisa, además, que la madre de la joven víctima -que ejerce la acusación particular en el caso- asimismo ha solicitado que el sacerdote testifique. La acusación, por su parte, ha anunciado que pedirá que la vista oral se celebre a puerta cerrada, al considerar que estas interferencias previas, como la presencia o ausencia de un testigo en el juicio, tendrán el efecto de distraer 'la atención de los hechos enjuiciados'.

Para sostener su posición contraria a testificar, el sacerdote ha citado al concordato vigente entre el Vaticano y el Estado español, y asimismo un apartado de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, según el cual él estaría exento de hacer público lo que le revelaron porque se encontraba en el ejercicio de su función sacerdotal. Sin embargo, en su día comentó los hechos ante otras personas, sin pedirles que guardaran ningún secreto.