Eloy de la Iglesia vuelve tras 15 años con 'Los novios búlgaros'

El cineasta Eloy de la Iglesia (Zarautz, Guipúzcoa, 1944) no para de repetir que un director de cine no vuelve nunca, porque nunca se va: 'Aunque no le paguen durante ese tiempo, sigue escribiendo, sigue haciendo'. Lo cierto es que él no había vuelto a dirigir cine desde 1987, cuando convirtió a Maribel Verdú y Emma Penella en rehenes de una banda en La estanquera de Vallecas. La dirección de Calígula para TVE en 2001 fue su último trabajo.

Desde que leyera Los novios búlgaros, de Eduardo Mendicutti, que se publicó en 1993, el realizador de El pico quería adaptar la novela. Y al fin lo ha conseguido con la financiación de cuatro productores, entre ellos, el cineasta Pedro Olea, el primero en brindarle su ayuda; y Eduardo Campoy, 'la virgen de Lourdes que ha hecho posible el proyecto'. Además cuenta con la colaboración de Fernando Guillén Cuervo, productor, actor y coguionista de la película.

Los novios búlgaros, que se rueda desde hace cuatro días en Madrid, fue presentada ayer en Chueca, el barrio gay de la capital, escenario de parte del filme, que va a costar más de dos millones de euros.

El filme, con un tono que, según el realizador, 'oscila entre el drama y el humor patético', está narrado como un monólogo en primera persona. Daniel , un homosexual de 40 años, conoce a Kiryl, un búlgaro sin papeles y sin escrúpulos del que se enamora y por quien se mete en líos que van en aumento. Él se dice a sí mismo que lo hace para ayudarle a salir adelante, cuando, en el fondo, está vendido a su pasión. Su contrincante es Kalina , la novia búlgara de Kiryl.

El casting de la cinta se hizo con 'mucha paciencia', pues se necesitaban búlgaros que supieran castellano y que fuesen actores. Finalmente optaron por Biba, un albanés, y Sinkovic, una croata. 'Son muy buenos profesionales y van a dar que hablar'.

De la Iglesia ha cogido carrerilla y se plantea incluso escribir un guión con Mendicutti: 'Sé que lo haría muy bien'.