El Pentágono quiere encarcelar a quienes filtren datos a la prensa
El Pentágono, irritado por las filtraciones sobre posibles planes de ataque a Irak, ha repartido un documento interno que amenaza con sancionar a quien desvíe a la prensa informaciones confidenciales. Según Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, algunas filtraciones son valiosas para miembros de Al Qaeda y ponen en peligro la seguridad de las tropas estadounidenses.
Rumsfeld escribió personalmente el informe, en el que dice haber advertido en múltiples ocasiones sobre 'el peligro' de filtrar información secreta. 'Está mal. Es ilegal. Cuesta vidas de estadounidenses. Disminuye las posibilidades de éxito de nuestro país', asegura el documento, repartido entre varios departamentos de alto rango dentro del Pentágono.
'Nos hace falta vuestro liderazgo para poner fin a las filtraciones', pide Rumsfeld a los mandos, a quienes conmina a reunirse con sus equipos para 'explicar la gravedad y la falta de profesionalidad que estamos viendo a diario'. En un tono aún más contundente, Rumsfeld dijo en la cadena NBC: 'Cada cierto tiempo, hay gente en el Gobierno de EE UU que decide incumplir las leyes criminales filtrando información. Deberían ser encarcelados. Y si descubrimos quiénes son, serán encarcelados', aseguró.
El propio Rumsfeld facilitó su informe a la prensa para evitar la paradoja de que fuera filtrado. Junto al documento incluyó otro redactado por un equipo de la CIA en el que se detalla cómo 'se puede determinar que estrategas de Al Qaeda aprenden datos sobre la inteligencia antiterrorista de nuestro país a través de los medios de comunicación de EE UU y otros países'. La CIA asegura que muchos detenidos de Al Qaeda han contado cómo cambiaron sus hábitos de comportamiento o sus planes por informaciones que habían obtenido en la prensa.
Ataque a Irak
En cualquier caso, el enfado de Rumsfeld se deriva de una información reciente publicada por The New York Times sobre planes para un hipotético ataque a Irak. Las informaciones se basaban en un documento secreto que aparentemente está en la cartera del número dos del Departamento de Defensa, Paul Wolfowitz, en su gira por varios países que se verían implicados si EE UU decide emprender acciones militares contra Irak.
En Turquía, Wolfowitz consiguió el apoyo del Gobierno a esa decisión si Washington decide tomarla, pero a cambio de ayudas económicas y de la garantía de que los kurdos no tendrán un Estado independiente como efecto secundario de la intervención militar. Turquía, miembro de la OTAN, se ha expresado en contra de una intervención militar, pero necesita la ayuda financiera de EE UU para superar su propia crisis económica.
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