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Los ecologistas afirman que Euskadi venderá energía con las nuevas plantas

El Gobierno rechaza que vaya a a producirse más electricidad de la que se consume

El Plan Energético vasco, aprobado en 1996, proponía como uno de sus objetivos alcanzar en 2005 un nivel de autoabastecimiento de electricidad del 81,6%, partiendo del 20,2% de producción propia en 1995. Un salto espectacular para una comunidad altamente industrializada y que apenas cuenta con recursos energéticos propios.

Los grupos ecologistas critican ahora que la potencia instalada que se prevé en los nuevos proyectos de producción eléctrica impulsados en el plan rebasa esos objetivos y supera las necesidades energéticas de la comunidad autónoma. Con todos ellos en marcha, argumentan, Euskadi pasará de importar energía de fuera a convertirse en vendedor de electricidad. Denuncian asimismo el hecho de que las cuatro nuevas plantas de generación eléctrica se hayan concentrado en Vizcaya, de forma que este territorio va a sufrir un aumento de la contaminación por los gases de efecto invernadero, aunque la tecnología de las centrales sea más limpia que la de las térmicas de carbón o fuel. 'Con una gran central de 800 megawatios y otra pequeña sería suficiente para cumplir los objetivos del Plan Energético', asegura el consultor ambiental Antxon Olabe.

El Gobierno, a través del Ente Vasco de la Energía (EVE), discrepa de esta interpretación. Aunque admite que con todos los proyectos a plena producción se cubrirían las necesidades al cien por cien y sobraría otro 40%, aduce que es erróneo basar los cálculos en la potencia instalada.

De las cuatro plantas energéticas proyectadas, tres están en marcha. La central de ciclo combinado (producción de electricidad mediante gas natural) de Bahía de Bizkaia Electricidad (800 megawatios) ha empezado a construirse en terrenos portuarios de Ciervana, junto con la planta regasificadora de Bahía de Bizkaia Gas, con una inversión de 462 millones de euros. También han comenzado las obras de Zabalgarbi, que integra una planta de ciclo combinado y la incineración de la basura de la comarca de Bilbao, con un coste de 150 millones de euros. Ambas comenzarán a funcionar entre 2003 y 2004. A ellas se une la central de ciclo combinado de Boroa (Amorebieta) que promueve la empresa pública irlandesa ESB (800 megawatios), con 420 millones de coste, que espera empezar a construirse este verano.

Más retrasados están la reconversión a este mismo sistema de la térmica de Santurtzi y el proyecto IGCC (producción de electricidad aprovechando residuos de refinería) de Petronor, el de más elevada inversión -más de 1.080 millones de euros-, pero el que más dudas suscita. La empresa ha reconocido que es una inversión elevada que no proporcionará rentabilidad a medio plazo y además busca un socio del sector eléctrico tras la salida, el pasado año, de Iberdrola.

El Gobierno asegura que estas centrales supondrán cerca de 3.000 megawatios de potencia instalada, que se unirían a los casi 1.700 actuales. 'La producción de energía, que es algo que se debe diferenciar de la potencia, es de más de 4.200 gigawatios y la demanda en la comunidad autónoma es de 16.600 gigawatios', explica un portavoz del EVE (Ente Vasco de la Energía). Añade que la potencia instalada no se debe utilizar para calcular la producción energética. 'Por ejemplo, la térmica de Santurtzi tiene casi 800 megawatios, pero funciona al 10% de su capacidad'. Para comprender el funcionamiento de la producción energética se debe conocer el mecanismo de enganche a la red generala: primero entran las centrales nucleares, que funcionan las 24 horas del día, a las que se siguen las energías renovables, las hidráulicas, los intercambios de exportación e importación y finalmente las actuales térmicas. 'Con su puesta en marcha, las centrales de ciclo combinado, que contaminan mucho menos, entrarían en la red después de las renovables', señala el EVE.

Un 140% posible

El Gobierno admite que, con todos los proyectos en marcha y en pleno rendimiento, se alcanzaría una producción del 140% de las necesidades eléctricas de Euskadi. Pero considera irreal esta situación, debido al sistema de funcionamiento de la red. Por ello, sostiene que con las nuevas centrales proyectadas se alcanzará ese 82% de autoabastecimiento que marca el Plan Energético.

Sin embargo, los grupos ecologistas agrupados en la plataforma Ekologistak Martxan aseguran que la producción eléctrica que aportarán los nuevos proyectos va a superar ampliamente la demanda y, por tanto, Euskadi pasará de ser importador a exportar energía. 'Si de soberanía energética se tratase, lo lógico sería una mayor descentralización de estas instalaciones en el conjunto de Euskadi. Pero lo cierto es que todas se sitúan en Vizcaya, y en una zona muy concreta que ya presenta graves problemas de contaminación', señala un ecologista vizcaíno.

Antxon Olabe, experto medioambiental, asegura que esta gran oferta se debe a la liberalización del sector energético. 'Son iniciativas privadas que quieren aprovechar la libertad del mercado y están pensadas para vender electricidad fuera del País Vasco. El Gobierno no esperaba tantos proyectos', dice. A su juicio, para llegar a ese 82% de autoabastecimiento bastaría 'con una central grande de 800 megawatios y otra pequeña'.

Olabe estima que 'hay que poner énfasis en la gestión de la demanda y no en ofrecer más centrales', y ve ilógico el emplazamiento de la mayoría de ellas en el Gran Bilbao, que 'se convierte en la zona de mayor concentración energética de Europa Occidental. Eso es renunciar a la regeneración mediombiental'. Este experto se manifiesta favorable a sustituir las actuales térmicas por centrales de ciclo combinado, pero lamenta que no se hayan dado plazos, por lo que 'podremos ver que durante años se mantienen las antiguas y las nuevas', y defiende el impulso de las energías renovables. 'Navarra obtiene [a través de ellas] el 50% de su energía y aquí no llega al 4%, porque hay una enorme presión de las grandes empresas energéticas como Iberdrola, Repsol y BP'.

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