_
_
_
_
LA PALABRA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Brecha

Un concepto que está gozando de gran popularidad es lo que en inglés se llama digital gap o digital divide. Se da este nombre a la diferencia que existe entre las sociedades que están plenamente integradas en la sociedad de la información y las que no lo están. Esto puede ocurrir entre países desarrollados y no desarrollados, pero también entre distintas regiones o entre sectores de una misma ciudad.

Las expresiones inglesas se refieren tanto a una separación física (gap es 'abertura, hueco', ...), como a una conceptual (divide se puede traducir como 'divisoria, diferencia', ...). Las lenguas hijas del latín han escogido distintas traducciones. Los franceses, por ejemplo, hablan de fracture numérique (numérique es la forma francesa para digital). En español se ha ido extendiendo la expresión brecha digital, aunque también se utilizan fractura digital y divisoria digital.

La consulta a Google sobre las tres formas nos da una idea de su uso (recordemos que si en este buscador se quiere buscar una expresión hay que ponerla entre comillas). Salen casi 6.000 apariciones para brecha digital frente a 350 y 250, respectivamente, para fractura y divisoria.

El vencer esta diferencia de desarrollo en la sociedad de la información en inglés se formula como to bridge the digital gap, y se traduce al español como 'salvar', 'saltar' o incluso 'tender un puente sobre' la brecha digital.

Frente a una visión excesivamente mecánica de la divisoria digital (sociedades que se pueden o no conectar a Internet), ahora progresa una visión más matizada: no se trataría tanto de un problema de conexión, sino de su uso. No es lo mismo conectarse para ver porno que conectarse para organizar redes ciudadanas, o de comunicación, y está claro a qué tipo de sociedad conduce cada una...

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_