Alegoría
La traducción al castellano del recital El vuelo de la cigüeña, de Patxi Zubizarreta, nos pone en contacto con la obra de un autor que ha encontrado en la literatura infantil su principal campo de creación. El vuelo de la cigüeña corresponde a un género distinto, a una obra que pretende repensar el contraste entre este mundo opulento con la situación de nuestros vecinos del sur, con África y metonímicamente con el Magreb y con Marruecos, el África que conoce el autor. La obra puede ser interesante en dos aspectos. Por un lado, pertenece a ese género compuesto por una mezcla de géneros tan cultivado en la postmodernidad; por otro lado, muestra la forma de escritura de este autor.
El vuelo de la cigüeña
Patxi Zubizarreta: Oleti Etxea. Zarautz, 2002, 61 páginas, 8 euros.
El texto nace de un recital de textos, que puso tan de moda Bernardo Atxaga con sus creaciones para ser leídas en público. Texto espectáculo por tanto; texto para ser oído en público, para recoger la experiencia del auditorio en torno a un tema. En este caso, siguiendo los pasos de Sela Lagerlöf en El maravilloso viaje de Nils Holgersson, Patxi Zubizarreta imagina el vuelo de una cigüeña desde Dinamarca hasta Marruecos, pasando por una geografía que corresponde a diversos estados simbólicos, donde se relaciona a la cigüeña con ese Sur que pretende alcanzar.
Esa excusa, ese hilo débil, y comienza aquí la cocina del escritor, sirve como unidad a un relato enmarcado, que recoge diversos materiales, poemas, cuentos, referencias literarias de diverso calado hasta recrear un mundo textual donde el vuelo de la cigüeña es lo de menos. Lo de más es la posibilidad de denuncia por el abandono, y por la ignorancia que Europa muestra hacia África.
En cada una de las estaciones en las que se divide el libro, el autor se esfuerza en mostrar la relación que el país tuvo con la literatura africana. Recopilación de libros de viajes, de ecos y memorias, de frases y pasajes, el libro muestra sin trampa su estructura para expresar la fascinación que en el autor ha creado Marruecos, espacio en el que ha situado otras obras narrativas... El vuelo del ave se convierte así en una alegoría por acercarse a otra realidad: la del mundo explotado, la de la miseria.
El libro, que necesitaría una revisión más atenta, explora un mundo literario, el que Europa ha creado sobre África, una fascinación por unos textos y unas tierras que muestran en el autor la sustancia de un nuevo compromiso por una sociedad que representa a esta Europa satisfecha la visión de otra forma de realidad, áspera y negra.
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