'Jugar con la infidelidad es estimulante'
Celos, infidelidades, amor, canciones y bailes. Son los ingredientes que contiene El otro lado de la cama, dirigida por Emilio Martínez Lázaro (Madrid, 1945), que se estrena hoy.
'Hacer una película con densidad dramática es más fácil de hacer que la comedia'
Celos, infidelidades, amor, canciones y bailes. Son los ingredientes que contiene El otro lado de la cama, dirigida por Emilio Martínez Lázaro (Madrid, 1945), que se estrena hoy. Los protagonistas -Ernesto Alterio, Guillermo Toledo, Paz Vega, Natalia Verbeke, Alberto San Juan y María Esteve - se lanzan a la aventura de cantar como una tarea más de su trabajo actoral. 'No es musical, es una película con canciones de los años ochenta, porque a mí me interesaba que tuviera un tipo de música que hubiera tenido el decantar del tiempo y no se hubiera pasado como una especie de ola mediática'.
Pregunta. ¿Trabajar con actores que no están acostumbrados a cantar le complicó la realización de la película?
Respuesta. Su insensatez ha sido estupenda y no pusieron ninguna pega, salvo Ernesto Alterio, que es el único que sabe música, y era el más cauto de todos. Finalmente, todos se tiraron a la piscina y tuve una colaboración entusiasta por su parte. El resultado final es que los actores interpretan notas, que es de lo que trata la película.
P. El tipo de película que pensó fue como Todos dicen I love you, de Woody Allen.
R. Se asemeja a las comedias musicales americanas que desarrollan un argumento a través de las canciones. Luego hay otras que, aunque parece que hacen eso, cuentan con una especie de argumento para una serie de números musicales, como las de Fred Astaire, en las cuales los números musicales son fantásticos y los puedes ver toda la vida, pero lo que va entre número y número a la segunda vez no tiene sentido y no lo soportas. En Cantando bajo la lluvia, todas las canciones están integradas en la trama, todas sirven para el desarrollo de los personajes, sirven al argumento de la película y al interés del espectador, y ése es el tipo de musical que a mí me interesa.
P. ¿Le gusta especialmente el enredo en la comedia?
R. Me divierte mucho todo lo que tiene que ver con el enredo y es un arte tan antiguo como el drama. Jugar con algo tan universal y tan de este tiempo como los celos o la infidelidad es estimulante si lo coges como un reto donde hay que hacer lo mismo de siempre de otra manera distinta. En este caso, teníamos el añadido de las canciones y bailes y era muy divertido.
P. Su anterior trabajo, La voz de su amo, fue un trhiller ambientado en el País Vasco. ¿Cómo fue el paso a El otro lado de la cama?
R. Empecé a rodar a la semana siguiente de estrenar la anterior. Cambiar de género y tipo de película es muy interesante. Hacer una película con densidad dramática es más fácil de hacer que la comedia. Es un género que me cuesta más porque es muy difícil de graduar.
P. En el cine español se rueda menos que hace un año y se ha producido un importante descenso de taquilla.
R. Ha caído de forma miserable. Y, sobre todo, lo que ocurre es que la mayoría de las películas hacen muy poco dinero y luego otras, muy poquitas, hacen muchísimo. Esto se parece cada vez más al mercado americano. Eso ha empezado a ocurrir desde que se decidió distribuir las películas españolas como las americanas. Los productores deberían pensar en fórmulas diferentes. También es cierto que el pasado año hubo un exceso de películas, pero ése no es el problema. El problema está en que las que se han estrenado no han hecho la taquilla que debieran. Antes se recaudaba una media de 900.000 a 1,2 millones de euros. Esos taquillajes han desaparecido y ahora se pasa de los 300.000 a los 6 millones de euros.
Babelia
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