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Reportaje:

Paradojas de la globalización

Directivos de los grandes diarios europeos debaten sobre la concentración de medios y el pluralismo efectivo

Rosario G. Gómez

La crisis por la que atraviesan los gigantes de la comunicación, de Kirch a Vivendi, pasando por AOL-Time Warner y Bertelsmann, hace pensar que la concentración de medios tiene ventajas e inconvenientes. Las paradojas de la globalización fueron ayer examinadas por directivos de grandes diarios europeos en un debate en el que participaron el director de Le Monde, Jean-Marie Colombani; el subdirector de La Repubblica, Paolo Garimberti; el periodista de The Guardian Peter Preston, y el consejero delegado de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián.

Moderado por el profesor José Vidal-Beneyto, el seminario sobre Concentración económica y pluralismo efectivo, enmarcado dentro del curso de la Universidad Complutense dedicado a El futuro de la comunicación, repasó los grandes retos de los medios en un mercado cada vez más globalizado. Especialmente crítico hacia la concentración fue el subdirector de La Repubblica. Garimberti sostuvo que en Italia las concentraciones se están convirtiendo en una amenaza para el pluralismo informativo debido al 'conflicto de intereses' del jefe del Gobierno, Silvio Berlusconi, dueño de tres canales de televisión privados y en cuyas manos están también los tres canales públicos.

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Garimberti aseguró que se ha producido una 'limpieza étnica' en Italia, donde La Repubblica aparece como un medio 'cada vez más aislado'. 'Hoy no hay riesgos de una dictadura, pero existe el riesgo de narcotizar a la opinión pública'.

Para mantener la garantía de libertad de Le Monde, su director, Jean-Marie Colombani, expresó la necesidad de crear un 'perímetro económico' que sirva de escudo ante presiones políticas y económicas. Por eso reclamó un sistema fuerte que permita 'absorber' esas presiones y pronosticó que 'dentro de pocos años seremos muy pocos los que podamos considerarnos libres'. Ese oxígeno económico es el que contribuye a mantener la pluralidad interna. Destacó el papel que desempeña Le Monde Diplomatique como exponente del pluralismo interno, ya que su línea editorial es casi opuesta a la de Le Monde.

Para Preston, una de las fórmulas de preservar el pluralismo reside en la búsqueda de alianzas con otros grupos que permitan el intercambio de artículos y opiniones. El periodista de The Guardian alertó sobre el peligro de que los medios de comunicación estén supeditados a la marcha de los mercados bursátiles. 'La obsesión por la rentabilidad no debe prevalecer en los periódicos', dijo.

Pese a todo, Colombani defendió el proyecto de salida a Bolsa de Le Monde (entre el 15% y el 25%) como garantía de supervivencia. 'Se trata de prepararnos para vivir ciclos de recesión sin poner en peligro el periódico ni nuestra propia independencia'.

Cebrián puso de manifiesto que la globalización 'es buena y es mala'. En su opinión, tiene 'efectos perversos' que atentan contra las identidades culturales, pero también pueden defender la supervivencia de expresiones minoritarias. El consejero delegado de EL PAÍS abogó por aumentar la presencia de los medios españoles en Latinoamérica, 'nuestro mercado natural'.

De izquierda a derecha, Paolo Garimberti, Juan Luis Cebrián, Peter Preston y Jean-Marie Colombani.
De izquierda a derecha, Paolo Garimberti, Juan Luis Cebrián, Peter Preston y Jean-Marie Colombani.SANTI BURGOS

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