La alambrada

El título de la novela de José Marzo (Madrid, 1967) La alambrada remite al intento de comunicación que se lleva a cabo entre los personajes de la novela. La narración toma como eje la conversación entre tío y sobrino.

El tío, Emilio, funcionario y soltero, agoniza en un hospital y compartirá, como una suma de experiencia, su última conversación con Ángel, un joven de veintiocho años. Esa última visita da lugar a una rememoración de la vida que ambos recorrieron juntos.

La novela puede calificarse como poemática: es decir, pocos personajes en un ambiente cerrado, del que sólo se sale para contar episodios de una vida pasada: unas vacaciones con una relación sexual del tío, un intento de suicido del mejor amigo del sobrino, y la confesión final: el tío estuvo -y está- enamorado de la madre del protagonista.

Este ambiente cerrado es uno de los mayores logros del libro. Un ambiente propicio a la confesión, justo antes de que el tío muera. La novela comienza con la noticia de su muerte.

El texto propone una lectura de una vida poco heroica, a través de las sentencias, que se dejan caer en la conversación ('El amor no es un sentimiento puro'), la visión sobre las cosas, una visión sobre la historia reciente de la Transición, sobre los gustos y las opiniones de un mundo vulgar, sobre el amor y la vida, más que de los episodios que tío y sobrino vivieron en su relación personal.

Hasta que llega la sorpresa. Emilio ha estado -y está- enamorado de la madre de su sobrino. Sólo la historia del enamoramiento entre cuñados alcanza una perspectiva perversa, el resto de acontecimientos carece, en mi opinión, de una fuerza simbólica impactante.

La novela se atiene a rasgos poco convencionales: novela de opiniones, novela dialogal, novela de introspección entre los personajes.

Representa, en el fondo, una pregunta radical sobre el sentido de la vida, realizada de forma desnuda, sin concesiones, una pregunta radical sobre el ser y sus esperanzas en la vida. El autor cuenta 'el argumento de sus vidas, compuesto de contradicciones y traición, pero también de una lucha común, de perdón y de afecto'.

En esa línea de complejidad se mueve la peripecia vital de tío y sobrino que en una larga conversación quieren hacer aparecer la cara de esa línea de contradicciones, de traiciones y de afectos.