La CHG se niega a indemnizar por inundaciones a 120 agricultores

Más de 150 habitantes de la vega de Andújar (Jaén) se manifestaron ayer en Sevilla ante la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para reclamar a su presidente, Manuel Vizcaíno, una indemnización por las inundaciones que en 1997, 1998 y 2001 acabaron con casi todos los cultivos de 120 agricultores de la zona. Vizcaíno, cuyo organismo depende del Ministerio de Medio Ambiente, rechazó cualquier responsabilidad y se negó a compensar a los agricultores por las pérdidas económicas causadas, que están estimadas en algo más de dos millones de euros.

El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Jaén, Agustín Rodríguez, declaró ayer tras una reunión con Vizcaíno que éste no mostró en ningún momento disposición alguna para 'negociar ni para revisar la valoración de los daños', pese a que en 1996 la CHG reconoció y pagó los perjuicios causados por las inundaciones del año anterior.

Rodríguez anunció que va a pedir por escrito a Medio Ambiente la dimisión de Vizcaíno por su falta de 'sensibilidad y de voluntad para arreglar el problema extrajudicialmente' y adelantó que los agricultores van a continuar con las movilizaciones.

El Ministerio de Medio Ambiente ha reconocido que los desbordamientos del río Gualdalquivir a su paso por Andújar están causados por la Presa de Marmolejo, cuyo titular es el Estado. Por esto, la UPA considera que es al Gobierno central al que corresponde indemnizar a los agricultores afectados. Vizcaíno les instó a continuar con sus reclamaciones en los tribunales, pero Rodríguez expresó su deseo de abrir un nuevo proceso de diálogo y mostró su disposición a negociar las indemnizaciones. 'La vía judicial es larga y la situación de muchos agricultores es extrema', explicó.

En el encuentro con el presidente de la CHG también estuvo presente el alcalde de Andújar, Antonio Cuenca, que calificó de 'impresentable y chulesca' la actitud de Vizcaíno. 'No ha dejado de reírse ni un solo minuto', agregó, 'y nos ha menospreciado en todo momento'.