El Museo de Bellas Artes de Bilbao reproduce la historia de un cuadro en sus bocetos previos
La obra final de Vicente López, pintor de Fernando VII, se perdió en un incendio
El Museo de Bellas Artes de Bilbao inauguró ayer una exposición sobre los bocetos preparatorios para la obra Ciro el Grande ante los cadáveres de Abradato y Pantea, creada en 1826 por Vicente López, el pintor del rey Fernando VII. La exposición, denominada Vicente López: la invención de un cuadro de historia, se podrá visitar hasta el próximo 20 de octubre. La muestra ha sido comisariada por Xavier Bray, que ha trabajado dos años para el museo bilbaíno y que aprovechó el acto para anunciar que hoy se marcha a Londres, reclamado por la National Gallery.
El objetivo de la muestra consiste en reconstruir la creación de la obra, según señaló el director del Bellas Artes, Javier Viar. La exposición se articula en torno al último boceto, ya al óleo y completo, de lo que luego sería Ciro el Grande ante los cadáveres de Abradato y Pantea, lienzo que es un depósito de Guillermo de Barandiarán. El cuadro definitivo, de enormes proporciones (4 metros por 6,5), tras varios avatares, acabó desapareciendo en un incendio en 1915. Por tanto, lo que el museo de Bellas Artes muestra es la reconstrucción de un cuadro que no existe.
'Exprimir el jugo de una pintura es fascinante', afirmó ayer el comisario de esta exposición, Xavier Bray, en su último día en el museo bilbaíno. Bray, que llegó al Bellas Artes a finales de 2000 con un contrato de dos años, y que también produjo la muestra Mujeres impresionistas, abandonará su puesto de conservador de pintura para regresar a su Londres natal reclamado por la National Gallery. 'De primeras, el cuadro no atrae al ojo, pero al reconstruirlo esto cambia', matizó sobre Ciro el Grande ante los cadáveres de Abradato y Pantea.
Al detalle
Son diez los bocetos preparatorios reunidos para recomponer el proceso de la obra encargada por Fernando VII. Unos a lápiz, otros a pastel, todos ofrecen la técnica de Vicente López (1772-1850) al detalle, su meticulosidad a la hora de tratar gestos y movimientos, su habilidad como dibujante. El director de la pinacoteca bilbaína, Javier Viar, destacó que 'la búsqueda de fórmulas de colaboración' con otras entidades ha permitido 'crear ofertas de interés para el público'. De hecho, los diez bocetos de la exposición proceden del Museo del Prado, la Biblioteca Nacional, el Museu Nacional d'Art de Catalunya y de colecciones privadas.
Xavier Bray explicó que, al haberse destruido el gran cuadro en el incendio, Ciro el Grande ante los cadáveres de Abradato y Pantea sólo se conoce a través de 'evidencias documentales y del conjunto de obras de esta exposición'.
El conservador del Bellas Artes destacó el significado 'político' del cuadro desaparecido, ya que Fernando VII 'trató de apoyarse en las artes para transmitir una imagen suya determinada'. Bray indicó que el monarca encontró dicha imagen en 'la figura de Ciro, un rey persa que reconquistó y unificó el Imperio'. Así, Fernando VII trataba de legitimar su posición en un momento en el que existía poca confianza hacia la monarquía española. Para Bray, un especialista en pintura española, la temática del cuadro 'no es normal en la iconografía real española', ya que la realeza 'prefería identificarse con Hércules o San Fernando'.
El responsable de conservación de la pinacoteca consideró que López, que sustituyó a Goya como pintor de corte, es un artista que 'merece muchas más atención'. Bray expuso que el artista valenciano 'no era muy conocido como pintor de cuadros de historia, aunque sí fue conocido como retratista'. Con motivo de la muestra pictórica, el Museo de Bellas Artes ha editado un libro sobre la propia exposición con un ensayo a cargo de Bray.
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