9.500 alumnos piden revisión de su examen de selectividad

Más de uno de cada tres de los 26.227 alumnos que los pasados días 11, 12 y 13 de junio se presentaron a las pruebas de selectividad no están de acuerdo con sus calificaciones. El 36% de ellos ha presentado una reclamación, ya sea por la vía de la revisión o de la doble corrección. En la Universidad Autónoma, el porcentaje de disconformes alcanza el 44%. El vicerrector de Alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos, José Manuel Vera Santos, en la que el 40% de los alumnos ha reclamado, considera que estos datos 'no son chocantes con respecto a otros años'.

Casi 9.500 de los 26.227 estudiantes que se presentaron a las pruebas de acceso a la universidad no han aceptado de buen grado sus notas. La media de las seis universidades públicas madrileñas ronda el 36% de reclamaciones, pero algunos centros alcanzan incluso el 44% de disconformes. Es el caso de la Universidad Autónoma, en la que 3.216 alumnos de los 7.200 que se presentaron han pedido una revisión de sus exámenes. Y ello a pesar de que ha sido el centro donde este año ha habido mayor número de aprobados: el 85% de los alumnos fue considerado apto para entrar en la universidad.

En la Politécnica, el centro en el que menos alumnos pasaron las pruebas de selectividad (un 68,2% frente a la media del 82,3%), las reclamaciones alcanzan el 41%. El 40% de los jóvenes que se han examinado en la Complutense -donde se han recibido 4.000 reclamaciones, es decir, unas 1.000 más que el año pasado- y en la Rey Juan Carlos está disconforme con sus notas. La Carlos III y, sobre todo, la Universidad de Alcalá son los centros en los que ha habido menos reclamaciones: un 30% en la primera y un 23,3% en la segunda.

'Esos datos no significan que el sistema de corrección esté en crisis; al contrario, los alumnos confían en el sistema y por eso lo aprovechan cuando tienen alguna duda sobre sus notas', asegura José Manuel Vera Santos, vicerrector de Alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos. La Consejería de Educación ha rehusado comentar las cifras.

Unas décimas necesarias

Entre los 9.500 alumnos que han presentado reclamación se incluyen tanto los que suspendieron como los que aprobaron pero están en desacuerdo con las calificaciones obtenidas. También aquellos que esperan conseguir con la revisión alguna décima más en previsión de que las notas de corte (las notas mínimas para acceder a la carrera deseada), que se conocerán el próximo 22 de julio, sean más altas que su calificación de selectividad.

El hecho de que las seis universidades públicas madrileñas hayan abierto este año sus puertas a los estudiantes de todas las comunidades autónomas puede haber influido para que los alumnos hayan buscado una revisión al alza de sus notas. El director general de Universidades, Javier García Cañete, recordaba hace sólo una semana que la implantación del llamado distrito abierto en Madrid empujaría al alza las notas de corte.

Los estudiantes madrileños han optado claramente por la vía de la revisión frente a la doble corrección. Este último sistema fue implantado por primera vez en el año 2000. En la Rey Juan Carlos, por ejemplo, sólo 47 de las 522 reclamaciones se han hecho para solicitar que un segundo tribunal relea y corrija el examen del interesado y así dé una calificación que, sumada a la obtenida por el alumno en la evaluación discutida, da como resultado una nota media que puede ser igual, superior o inferior. Ocurre lo mismo en la Autónoma, donde sólo 262 de las 3.216 quejas recibidas están encaminadas a obtener la doble corrección.

La revisión garantiza al alumno una nota mayor o, en el peor de los casos, el mantenimiento de la que ya tiene. En el caso de la doble corrección, sin embargo, la nota puede ser revisada también a la baja.

'El número de revisiones no es chocante con respecto a otros años. Y es alto porque, al fin y al cabo, los alumnos no tienen nada que perder', puntualiza el vicerrector de la Rey Juan Carlos. Lo mismo opina Adolfo Navarro, portavoz socialista de Educación en la Asamblea de Madrid. 'Es muy positivo que exista la posibilidad de reclamar. Y desde luego espero que, cuando se implante la reválida, persista la posibilidad de una doble lectura', afirma.